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- Hola, Bryce - Los ojos del albino se clavaron en el recién llegado, confuso.

- ¿Caleb? ¿Qué haces aquí? - El moreno se apoyó en la pared mientras el pelirrojo iba con ellos.

- Te dije que iba a llamar a alguien, él puede darnos una pista que nadie más tiene - Ante aquella afirmación, Bryce observó al moreno - ¿Lo has traído, verdad?

- Pues claro - Ambos observaron cómo Caleb metía la mano en el bolsillo de su chaqueta, sacando de ella un colgante que hizo que los ojos de Bryce se abriesen de par en par.

- ¿De dónde has sacado eso? - No tardó en arrebatarle de las manos la pequeña cuerda de la que colgaba un fragmento de la piedra Alius.

- Nunca me deshice de él, lleva conmigo en casa desde que el imbécil de Dark me lo dio en la Royal Academy Redux... Os hace más falta a vosotros que a mi, además, yo ya no la quiero... Si Bailong la encuentra, puede ser dañina para él.

- Tener a un crío en casa te ha hecho más blando - Por su parte, Caleb le dio una suave colleja a Claude por aquel comentario pese a que el pelirrojo tenía razón - Bromas aparte, gracias, Caleb.

-  No tienes que darlas. Cualquier cosa, estoy aquí para ayudaros... La situación no debe ser fácil para vosotros - El albino suspiró al oírle, tenía toda la razón del mundo.

Devolvió sus ojos al colgante. Tener aquella piedra en su mano le daba ganas de temblar, todos los recuerdos le golpeaban con fuerza, pero era algo que tenía que sufrir para poder ayudar al resto... Un mal por una causa mayor.

- Bryce - La voz de Claude le sacó de su cabeza. Caleb ya no estaba.

- Perdón... Me trae demasiados recuerdos y ninguno bueno - El pelirrojo juntó su frente con la de su novio, haciendo que éste cerrase los ojos.

- Lo sé, estoy en la misma situación... Pero si queremos investigar bien esa maldita Neo Alius que quiere crear el viejo, tenemos que tener todas las herramientas posibles. 

-Soy consciente de ello, pero por algún motivo sigue asustándome.

- Y es totalmente normal, Bryce... - Los brazos del pelirrojo rodearon su torso, pegándole a él - Estás a salvo a mi lado, recuérdalo - Aquellas palabras lograron sonrojar al albino mientras se acomodaba en el pecho de Claude.

Estando en aquel escudo, sus ojos volvieron a clavarse en el pequeño fragmento que descansaba en su mano, colgando del cordel que lo sostenía. Su mente divagó durante unos minutos, absorto en su cabeza y en los incontables recuerdos, antes de que una pregunta ocupase todo ese espacio.

- ¿Cómo? - Los ojos de Claude se fijaron en él, confuso por su pregunta.

- ¿De qué hablas...? - El albino hizo contacto visual con su novio.

- ¿Cómo quiere crear esa Neo Alius? Sin contar el que tenía Caleb, todos los fragmentos de la piedra se rompieron con la explosión de la base y el incidente de los Emperadores Oscuros... ¿Qué se supone que piensa utilizar para hacer esto?

- Quizás ha descubierto alguna otra substancia, como hicieron con el famoso Néctar del Zeus... - Una pausa instauró silencio entre ellos - O quizás nos estamos equivocando.

- ¿Eh? ¿Qué quieres decir, Claude? - El mencionado se mantuvo callado unos segundos más antes de mirarle.

- ¿Y si estamos dramatizando demasiado? Quizás el viejo quiera hacer las cosas bien esta vez, sin usar herramientas extrañas... Como si fuera un entrenamiento normal para formar jugadores fuertes - Los ojos zafiro de Bryce se abrieron como platos, clavados en los de su novio.

- ¿Le estás defendiendo? - Su voz sonaba incrédula, y por su parte Claude simplemente se encogió un poco de hombros.

- No es eso... Solo valoro la idea de que esta vez esté haciendo las cosas sin hacer daño a nadie - Al oírle, el albino salió de la habitación. Eso le hizo resoplar antes de ir tras él - Bryce...

- ¡No, ni Bryce ni nada! - El mayor se encaró, estableciendo contacto visual. Sus ojos estaban llenos de rabia y miedo - ¡Estás confiando en él antes que en mí!

- Bryce, simplemente escúchame, por favor - El pelirrojo trató de acercarse, pero lo único que recibió fue un empujón por parte del albino.

- ¡No te acerques a mí, maldito mentiroso! ¡Solo te importa tener la razón! - Al oírle, el poco autocontrol de Claude pareció desaparecer, tomándole con fuerza por los brazos, llegando a hundir sus dedos y uñas en su piel.

- ¡Solo intento protegerte, Bryce! ¡¿Crees que me gusta verte siempre tan asustado y cansado?! - El albino trató de apartarse, pero le fue imposible cuando Claude reforzó el abrazo. Comenzaban a dolerle los brazos por la fuerza del pelirrojo.

- ¡Quiero terminar ya con todo esto, Claude! ¡O estás conmigo o estás contra mí, tú decides! - Aquella frase hizo que el nombrado le mirase, atónito.

- Estás hablando como él... Como Astram, o incluso como Gazelle - Ante el comentario, Bryce simplemente desvió la mirada - Lo siento, Bryce, pero no voy a dejar que te sigas haciendo daño por ese imbécil...

- ¿Y qué vas a hacer, irte? ¿Como cuando pasó lo de Chris? - Aquella acusación hizo que el agarre de Claude se aflojase por completo, estaba en shock.

- Bryce, no... - Al verse libre, el albino simplemente se soltó de él - ¡B-Bryce!

- Déjame en paz. No tendría que haber confiado en ti - El rostro de Claude se volvió pálido al escucharle.

- Bryce, amor... - Su voz salía en apenas un susurro - Escúchame...

- No, me voy, necesito tomar el aire... Y estar lejos de ti - Sus pasos avanzaron hacia la puerta, pero la mano de Claude en su muñeca le detuvo.

- Por favor, no salgas... Pueden hacerte daño... - Hubo una pausa donde ninguno de los dos emitió una sola palabra - Bryce, mi copo de nieve... No te vayas, por favor... - La voz del menor sonaba desesperada. Tenía miedo.

- No haberla jodido, Claude - De nuevo se soltó del agarre.

- Bryce... - Esta vez, la voz del pelirrojo sonó entrecortada.

Sin decir nada, salió del apartamento y cerró con un portazo.

LOS ERRORES DEL PASADO ;; Inazuma Eleven  [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora