Puedes quedarte el Tiempo que quieras...

Reencuentro

Nos quedamos mirando un largo rato, ninguno quería romper el momento, entonces Shaoran se acercó a la entrada y tomando la puerta de fierro descorrió el cerrojo, para salir hacia la calle, donde un pino tapaba la luminaria de modo que ya no distinguía su rostro.

Yo deseaba que él hiciera el primer movimiento porque no sabía qué esperar, él por su parte no me decía nada y ahora tampoco podía leer en sus ojos. Entonces sentí que me abrazaba con fuerza, como aquella vez en el río y se me saltaron las lágrimas y todos los llantos se agruparon en mí, lo abracé con toda la fuerza que creía tener, mi rostro estaba empapado de lágrimas y era incapaz de hablar.

Cuando la intensidad del momento fue disminuyendo, nos soltamos y me limpie la cara y la nariz con la manga de la camiseta. Shaoran me dio la mano y me dijo que podíamos conversar en la playa. Nos sentamos en la arena bajo la plateada luna en esa cálida noche de verano.

-"Te he extrañado".

-"Perdóname, por favor".

-"No hay nada que perdonar. Ahora quiero pedirte que me escuches."-se hizo un silencio y él comenzó su relato - "Sé que recibiste unos anónimos acerca de algo que en verdad ocurrió, pero no de la manera que te lo contaron. Espero que una vez que me hayas escuchado, puedas perdonarme".

"Conocí a la señorita Wu hace muchos años, su padre es uno de los gobernadores del poblado más cercano al castillo así que la vi muchas veces desde niño. Su padre parecía tener la esperanza de que entre nosotros surgiera alguna relación que nos llevara al matrimonio. Sin embargo, cuando me casé con Meilin, él no renunció a sus anhelos y me insinuó que ella podía ser mi concubina, como acostumbran algunos hombres, hábito que mi padre no aprobaba. Cuando enviudé, él insistió, creando algunas oportunidades para acercarnos. Sé que ella decía que estaba enamorada de mí, pero siempre he creído que sólo intentaba obedecer a su padre. Así fue pasando el tiempo, hasta que en una ocasión en que yo me dejé llevar por las copas terminé acostándome con ella, no recuerdo realmente por qué lo hice, sólo que al día siguiente estaba a mi lado".

"No sabes cuánto me arrepiento de haberlo hecho".

"El señor Wu vio la oportunidad de establecer el enlace y me reclamó la virtud de su hija ante un grupo de ancianos y ante la justicia, lo que yo rechacé porque me sentía extorsionado. Entonces me acusó de embarazarla y me encontré nuevamente enfrentado a un matrimonio por obligación.

Sin embargo, apareció una persona que trabajaba para Wu que descubrió su trampa hablando con unas comadronas de la villa. Es una trama demasiado perversa, después que me negara a casarme con su hija, hizo venir a un sobrino y le pagó por dejarla embarazada, para asegurar el matrimonio.

Entonces la tragedia cayó sobre su casa, cuando su hija no soportó más el trato indigno que le dio su malvado padre, quitándose la vida y la del hijo que esperaba".

-"Entonces esas hojas que me entregaron, eran falsas, no era su propio relato"- dije sin poder contenerme.

-"El viejo Wu ante la gravedad de los hechos buscó a quien culpar y difundió esa historia de la chica embarazada que muere al sentirse abandonada por el hombre que amaba. Es una historia muy conocida sólo que él me acusaba directamente a mí".

-"¿Y no vas a limpiar tu nombre?"

-"Claro que acudí a la justicia. El sobrino de Wu está en la cárcel condenado por extorsión porque su tío lo acusó una vez que se descubrió el engaño. Lo usó como chivo expiatorio".

-"Pero él sigue culpándote".

-"La justicia no pudo probar sus crímenes porque su esposa apoyó su relato, pero creo que cargar con la muerte de su hija y su nieto es el peor castigo posible. Lo que no puedo perdonar es que te hayan manipulado a ti. Aunque no tengo certeza de que sea él quién envío esos documentos".

-"¿Crees que pudo ser alguien más?"

-"Sí, las mismas personas que escribieron a mi madre".

-"¿Ellos siguen en tu casa?".

-"Durante tu ausencia aproveché de hablar con los involucrados, claro que intentaron negarlo, pero les quedó claro que esta vez no los perdonaría y al día siguiente abandonaron el castillo. No creo que vuelva a saber de ellos".

-"¿Shaoran... me podrás perdonar por huir del problema y no enfrentarlo?" – Me miró ampliamente y me hizo una contra pregunta.

-"Yo todavía me quiero casar contigo y tú ¿todavía te casarías conmigo?, ahora que sabes que he cometido errores y que no siempre actúo con integridad".

-"Quisiera haber estado contigo entonces, cuando lo estabas pasando mal. "

-"He cometido errores Sakura, he hecho cosas de las que me avergüenzo, pero nunca pensé que podrían llegar a separarme de la mujer que amo".

-"Shaoran, tengo que agradecer a Eriol por esta oportunidad de poder hablar contigo. Nunca lo creí posible después de volver, me he sentido todo este tiempo en un gran valle de desesperación".

-"Lo entiendo".-me dijo con tono apagado.

-"¿Qué es lo que entiendes?...- recién me di cuenta que no le había dado una respuesta - Shaoran, te amo, no podría casarme con nadie más" – Entonces tomó mi rostro con ternura y nos besamos. Extrañaba tanto sus besos.

Nos acercamos más y yo puse mi rostro en su pecho, él me hacía cariño en la cabeza mientras conversábamos.

-"¿Qué harás ahora, cómo llegaste?"

-"Kumiko tiene un poder increíble, ella lo hizo posible con ayuda de Eriol."

-"¿Crees que tu madre se oponga ahora a nuestra relación?"

-"Espero que no, dado que ella fue una de las personas que me instigaron para venir en tu búsqueda."

-"¿Cómo que te instigaron? Entonces, no fue una decisión tuya..." - de pronto me había puesto triste.

-"Yo le pedí a Eriol que me ayudara a buscarte desde el primer día, pero él no encontraba la solución y como Kumiko había estado en reposo, sólo pudo ocupar su poder hace algunas semanas, por lo que mi madre pensó que yo no estaba haciendo nada para recuperarte."

-"Y pensó que ese hermoso vestido se iría nuevamente al ropero..."

-"¿Cómo sabes lo del vestido?"

-"La señora Mizuki."

-"Siempre me pareció extraño que ella no insistiera con lo del vestido, sólo lo volvió a su lugar, fue como si esperara que alguien más lo pudiera lucir. A ti te quedará precioso".

-"¿Tú crees?"

-"Estoy seguro".

Nos hicimos miles de caricias y nos perdonamos para dentro de muchos años. Nos habíamos extrañado tanto, que conversamos toda la noche sentados sobre la arena y aunque no nos queríamos separar de nuevo, era absolutamente necesario porque ya empezaría a aclarar.

-"Shaoran, ya que estás aquí, quiero que conozcas a alguien".