Capítulo XIV

61 4 2
                                    

A través del cristal de las ventanas podía distinguir el tenue color naranja del sol de aquella tarde, la luz filtraba entre las espesas nubes dando unos agradables tonos rojizos a todo el departamento, quizás con un poco de música de fondo, el aroma del café recién preparado, vainilla o flores en la mesa evitarían que sintiera la inmensa pena que me envolvía ahora. Incluso con los tonos pastel de aquella sala no cambiaba la gris realidad que estaba viviendo en ese mismo instante. El hombre que me sacaba la mayor sonrisa es el que me hacía llorar, el hombre por quien hubiera hecho cualquier cosa, el hombre que hace algún tiempo amé con locura, ese hombre acababa de destrozarme el corazón. 

El móvil en mi mano seguía vibrando, pero no tenía la fuerza para contestar, pasado unos segundos más me hallé en completo silencio nuevamente. Todo parecía oscuro, triste y sin vida, había dejado de llorar hace un par de minutos, las lágrimas se habían secado por mi rostro dejando un rastro pegajoso por la sal, los ojos me ardían, pero ya no salían más lágrimas, solo me mantuve sentada en aquel sofá con la vista perdida en las nubes que podía divisar por la ventana, la noche llegaría en cualquier momento. 

Volví a sentir el móvil vibrando y pude ver la llamada entrante de Kihyun nuevamente. ¿Qué haría? No deseaba que se preocupara por mí, pero al no contestar lo único que haría es darle más motivos para preocuparse. Lo conocía y sabía cuan preocupado se pondría y lo último que quiero en estos momentos es causarle molestias al hombre que me ha demostrado tanto amor en tan poco tiempo, debía hablar con él, aunque no podía manejar mi voz y mis emociones. 

-Hola -Contesté finalmente, tratando de que mi voz sonara tranquila.

-Hola ¿Estás bien? - Escucharlo hizo que un suspiro se liberara. Su voz era dulce y me calmaba. 

-S-sí, estoy bien –Hice un amago de una sonrisa para que sonara más natural. Me puse de pie y fui hasta la ventana. 

-He estado llamándote, me preocupé -Dijo y podía sentir cierto alivio en su voz. 

-Lo siento, no era mi intención -Me disculpé, un ligero sollozo salió sin que pudiera atajarlo, no por lo que había sucedido con Lee, sino por Kihyun quien parecía realmente preocupado y eso me conmovía -Estaba ocupada nada más y no escuché el móvil sonar. 

Hubo un pequeño silencio, estaba moqueando y limpié mi nariz de forma silenciosa, escuché su respiración desde el otro lado. 

-Pasa algo ¿Cierto? -Preguntó con su apacible voz.

Podía imaginarlo sentado, agachado reposando su brazo en una de sus piernas mientras llevaba sus dedos al puente de su nariz mientras hacía esta llamada, o quizás esté recargado contra alguna pared, con los ojos cerrados y una mano en el bolsillo. 

-No, no pasa nada –Dije simplemente tratando de sonreír, pero las lágrimas estaban volviendo a hacer aparición. 

-Por favor Ladis –Dijo suavemente –Puedo oír que estás llorando, dime dónde estás que yo iré... 

-Lee estuvo aquí -Solté con un pequeño llanto. 

Un pequeño intervalo de silencio se formó, momento en el que sin poder evitarlo comencé a sollozar. 

-Iré a buscarte ¿Estás en el departamento de tu amiga? -Preguntó. 

-No, por favor no vengas, yo... -Pedí mientras volvía al sofá. -No puedo Kihyun. 

-Solo estás haciendo que mis ganas de ir a buscarte aumenten –Dijo, su respiración se escuchaba agitada. 

-Kihyun -Hablé despacio mientras me hacía un ovillo –No es un buen momento ahora, además estarás cansado de tu viaje...

En tus brazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora