CUATRO

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Fabián está sentado de nuevo frente a mí, al igual de Lionel. Están observándome, y yo de repente les poso la vista. Llevan así dos días, intentando descubrir qué era un dedal y la importancia entre Rodrigo y yo. Por cierto, ese hablador ni siquiera se acerca a preguntarme la hora.

Me resulta raro, sí, que de repente se desaparezca dejando esa duda. ¿Le gustó mí beso?

—¿Qué es un dedal?

Vuelven a preguntarme. Los observo, suspiro fuerte y niego con la cabeza, rascando mí nuca y el puente de mí nariz casi de manera espontánea.

Y no. No tengo la menor idea. También me la pasé observando todo, recordando la primer conversación que he podido, he intentado recordar si alguna vez, extrañamente, hablamos de eso. Si la palabra tenía algún significado o si la película se lo daba.

He llegado a la conclusión de que es un chico muy raro, y que le llamó dedal a un beso solo porque es de una película.

—Fue el beso que le dí, se los llevo repitiendo los últimos veinte minutos.

Lionel está resignado, comiendo poco a poco sus papitas. No he hablado mucho del tema con Lío, hasta parece evadirlo. Da igual, no tengo ganas de hablar con un hermano de mis sentimientos innecesarios. Además, Lionel sabía lo suficiente desde que me dijo "lo besaste". La peor parte de todo, que fue innegable decirle que me muero y me desvivo por Rodrigo Carrera.

Fabián, por su parte, golpea su frente y se niega a dejar de lado el tema. Aunque por un momento, su mente se despeja y se dedica a hacer otras preguntas.

—Iván— me llama, lo miro y alzó la pera. Fabián se acerca un poco a mí y sonríe. —¿Qué sentiste cuando él te besó?

¿Qué sentí cuando él me besó?

Mhm... A ver. Sentí como mí corazón se aceleraba, y mis manos empezaban a temblar. Sentí su corazón detenerse porque estaba tan cerca del mío. Mí estómago me dio un aviso, al dejar salir aquellas mariposas. El mundo se detuvo y parecía que estábamos solo él y yo, juntos, muy juntos.

Sentí que el mundo era mío.

Me sentí vivo y feliz.

¿Qué sentí?

—Sentí todo muy... lindo. Perfecto.

Creo que Fabián esperaba más. Pero, no soy tan extrovertido. Me costaría decirle que amaba aquellos labios, y que si pudiera, los comería día a día como el postre más dulce de mí casa.

Lionel ríe en voz alta, y se acerca a Fabián.

—No te preocupés, Fabi. Cuando Iván dice algo así, la intensidad es multiplicada por mil. No dice todo lo que piensa.

—Ya veo— responde Fabián. Empieza a leer su libro, y después de algunos minutos de reposo, voltea a verme de nuevo. —Cuando besé a Lionel, sentí un dinosaurio.

No sé qué fue peor. Que yo me atragantara con mí propia agua, o que Lionel se estuviera ahogando con media papa a la mitad del esófago. Él se levantó rápido de su lugar, tomando su cuello entre un sonrojo (o una asfixia, cualquiera de las dos) y tociendo. Y para cuando Fabián se puso de pie para ayudarlo, Lionel ya estaba bien, tapándose la cara con vergüenza.

—¿Ustedes se besaron?

—Bueno...

Lionel me mira, y después a Fabián. Se sienta en su lugar, seguido del menor y sonríe algo incómodo.

—Sí, nos besamos— me responde.

Fabián volvió a mirarme, creo que me examinaba con cuidado. Pasaba y yo podía sentir su vista en cada una de mis facciones, creo que estaba leyendo mis actitudes.

—¿Por qué no lo buscás vos a Rodri?— me pregunta.

Siempre tengo respuestas para las preguntas. Pero aquella vez, creo que me quedé en blanco.

—No sé.

Lionel seguía en su lugar, lloriqueando ante la gran revelación (así lo veía él, pero un beso entre ellos ya no me sorprendía, se veían bastante compatibles, unidos, muy buenos juntos), lo veía de repente pero no me hacía caso, a nadie en realidad.

Ahora bien, ir a buscar a Rodrigo después de haber tenido un rechazo indirecto y después una bienvenida diciendo que le agradó el dedal...

Puta madre, ¡yo no era psíquico o adivino!

—Capaz tenés que buscarlo vos— Fabián me sonríe. Mira a Lionel, quien está con la frente escindida entre sus brazos, apegada a la mesa donde estamos. Fabián empieza a acariciarle el pelo a Lionel. —Total, él siempre te buscó a vos.

𝐂𝐀𝐋𝐋𝐀𝐓𝐄 » rodrivan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora