EL REENCUENTRO [ CAPITULO 3]

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HARRY

Siempre me la pasó solitario la mayor parte del tiempo, tan solo noto todo a mi alrededor y pido por compañía en estos momentos, no sé que será de mí en futuro, pero lo agradezco, a pesar de que mi madre trabaja y el mayor tiempo no está en casa, aprecio su esfuerzo, pues me da todo en estos momentos para la escuela y lo personal.

Solo camino un buen rato, llegó a mi casa y abro la puerta, veo como me da la bienvenida Richi mi perro, me empieza a lamber y me siento bien, pues él me transmite la alegría de llegar a casa, el recoger la casa, lavar los trastes y lavar ropa, es un día tranquilo a pesar de correr por robar un libro que provoco agitado el día, pero siento la tranquilidad, la lluvia se hace presente y entiendo tantas cosas, un rato para estudiar y hacerme algo para poder comer.

Siempre me encierro en mi mundo, en mi cuarto por así decirlo, enciendo mi computadora y empiezo los deberes escolares, bastante tarea, después un rato de hacerla, me canso y me recuesto en la cama, los ojos me pesan me hacen sentirme bien y mal a la vez, es apenas lunes y falta una semana entera para volver a descansar, el cansancio se apodera de mí, me invade y me duermo, el sueño no se hace presente, de hecho jamás he soñado, todo se vuelve negro y me pierdo en ese mundo.

Más de una hora de haber dormido, solo me despierto, veo el reloj y no he podido comer nada, bajo a la cocina y veo que puedo prepararme, había pan, jamón, lechuga, jitomate y la mayonesa, una combinación perfecta un sándwich simple, pero que me calmaría el apetito, tan solo lo termino de preparar y claro tocan la puerta.

Harry ábreme por favor— escucho como gritan mi nombre y golpean la puerta mientras la lluvia cae, por un momento me asusté, por qué podría ser mi madre que a veces se le olvidan las llaves, pero, por otra parte, era imposible, pues ella jamás llegaba temprano.

Abro la puerta con una grata sorpresa, ella está ahí, casi golpea otra vez la puerta, pero detuvo su movimiento al verme abrirle, me quedo pasmado, que está haciendo aquí, no lo comprendo.

- me puedes dejar pasar Harry?.

- Estaba atónito, yo no sabía qué hacer, pero tenía que dejarla pasar, algo malo, debió pasar para saber que llegaría hasta acá.

-Claro pásate.

-Me dirijo al baño, por una toalla para que se pueda secar. —ten, sécate y ponte aquí o prefieres ir al cuarto por un poco de ropa seca?.

- Todavía ahí en el armario por si quieres cambiarte, de paso te bañas para que no te enfermes, Angie.

- Okay Harry, gracias - la veo subir las escaleras, a veces me preocupa bastante lo que piensa, lo que trae o lo que le pasa día a día, pero recuerdo nuestro pasado y todo se va a la basura como desde el inicio.

Pasó a la cocina y pongo a calentar un poco de café en la cafetera, mientras como mi sándwich preparo uno, pero esta vez diferente, algo que no hacía mucho, pero que me encantaba prepararlo para la gente, en especial ella, ya no escucho ruido solo la regadera un par de segundos; sin embargo, me concentro en lo que hago, La lluvia se escucha, pero ahora con un sonido bastante bajo.

La cafetera suena alertándome que ya está listo todo, saco dos tasas y me pongo manos a la obra, mi madre dice que le encanta como preparo el café, escénica de canela y chocolate, el toque de leche descremada y el café en grano, esto una combinación que a cualquiera le puede encantar, preparo dos tasas y me dirijo a la mesa central de la sala, un par de segundos y ella baja, no con ropa de sí misma, en este caso es con la mía.

- Perdón Harry, es... solo que la tuya es cómoda y me siento bien.-la veo y saco una sonrisa— no te preocupes, ven siéntate toma el café y deja regreso con algo para que puedas comer.

UNA VIDA SIN TI [COMPLETO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora