Capítulo X

9.9K 400 30
                                    

Cuando me despierto me encuentro al canario durmiendo en el sofá de en frente.
Pedri me había llevado a su casa para que pudiese estar más tranquila y no estuviese sola. Cogí mi móvil y tenía un montón de llamadas y mensajes de muchísima gente. El único mensaje que leí fue el de mi hermana.

Peque<3

-Nea me he enterado. Estás bien?
-Voy a matar a ese idiota de Gavi.
-Dime donde estás y avisaré a alguien para que me lleve allí.
-Atenea por favor respóndeme.

-Tranquila Dani,estoy con Pedri,estoy bien.

-Segura?

-No te preocupes peque.
-Mientras no vuelva a casa porqué no vas a pasar algunos días con la tía Mila? Esta aquí en España y ya he hablado con ella.

-Pero no quiero dejarte sola.

-Iré a verte en cuanto pueda.
-Tengo 19 años peque,tengo que
saber llevar esto.

-Me prometes que vendrás a verme?

-Te lo prometo

-Te quiero Nea,si necesitas algo avísame
aunque vaya a estar a más de 1000 km
de ti💕

-Te quiero muchísimo peque.

Esa conversación con mi hermana me había hecho sentir un poco mejor. Nuestra tía Mila vivía en Holanda y sé que a Danira le gusta pasar tiempo con ella,es la única figura materna que hemos tenido en toda nuestra vida.
Amo a mi hermana pero no quiero descuidarla y en estos momentos necesito tiempo para mí, además si se quedase aquí conmigo... La presión de la prensa sería insoportable para una niña de 14 años,prefiero que esté lejos de mi a que corra peligro por mi culpa.

Me levanto de la cama y me acerco hasta el sofá. Me agacho a la altura de Pedri y acaricio su mejilla tratando de despertarlo con delicadeza.

-Mhm- murmura el canario despertándose- Atenea,como te encuentras?- pregunta incorporándose rápidamente.

-Más o menos. Hoy voy a conceder una entrevista- digo sentándome a su lado.

-Estás segura?- me pregunta con el ceño fruncido.

-Si. No voy a dejar que esto me pisotee o me deje tumbada en mi cama llorando eternamente- digo con una pequeña sonrisa.

-Me parece bien que hagas eso. El idiota de Gavi no te merece Nea- dice Pedri con cierto tono de resentimiento hacia su amigo.

Mi sonrisa se ensancha al escucharlo. A pesar que de el nombre de Gavi siga doliendo, Pedri estaba demostrando su preocupación por mi y eso era muy bonito por su parte.

Me lanzo a los brazos del canario tumbandolo de nuevo en el sofá y quedandome encima de él.
Lo abrazo fuerte pasando mis brazos por sus hombros, Pedri ríe y me abraza por la cintura.

-Gracias platanito- digo riéndome y sentandome aún encima de él.

-No hay de que nojenta (asquerosa).

Ocean Eyes•Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora