Capítulo IV// ACTA II

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Por qué hacía tanto frío?

-Ostia puta- digo incorporándome.

Miro a mi derecha y veo a Gavi durmiendo plácidamente.

Nos habíamos quedado dormidos en el mirador!

-Gavi,despierta!- digo agitandolo para que se despierte.

-Mhm- murmura él- por qué hace tanto frío?

-Porque estamos en el mirador idiota- empiezo a reirme- nos hemos quedado dormidos aquí!

El sevillano se incorpora y comienza a reírse conmigo.

-Con razón me duele tanto el cuello,el suelo está duro- dice sonriente.

Lo miro con una sonrisa y me quedo embobada.
Era ver a Gavi sonreír y el corazón se me encogía,tenía la sonrisa más bonita que había visto nunca y era incapaz de dejar de verla.

-Tierra llamando a Atenea- dice Pablo al darse cuenta de cómo lo miraba.

Meneo mi cabeza varias veces tratando de volver a la realidad y me sonrojo al notar como el sevillano se ríe al ver como mis ojos estaban clavados en su sonrisa.

-Perdón- digo nerviosa.

-Está bien,no pasa nada- deja de reírse y me mira fijamente.

-Gavi,deberías ir a entrenar. Hoy es el partido y probablemente todos estén en el Camp Nou ya- digo apartando la mirada y levantándome del suelo.

-Puedo ir más tarde- dice él siguiendo mis acciones- te apetece ir a desayunar algo?

Asiento varias veces.

-Estoy hambrienta- confieso tocándome la barriga.

Él sonríe una vez más y caminamos hasta el coche.

Nos metemos en él y dejo que Gavi me lleve al sitio que él quiera.

Tras unos 7 minutos en completo silencio en el coche,llegamos a una pequeña cafetería.

Bajamos y caminamos hasta el interior.
Parecía un lugar tranquilo y acogedor,estaba decorado con colores pastel y luces que le daban un ambiente más hogareño.

Gavi y yo nos dirigimos a una mesa y nos sentamos uno en frente del otro.

Él se pidió un café y unas tostadas y yo un zumo de naranja y,al igual que él, unas tostadas con aguacate.

La camarera le sonrió muy emocionada a Gavi cuando lo vió,era lógico que lo conocía y que era su fan.

-Puedo hacerme una foto contigo?- preguntó la camarera sonriente.

Gavi vaciló unos segundos sobre que responderle,me miró y yo aparté la mirada para no influir en su decisión.

-Si,claro- se levantó del sitio y,con algo de distancia entre ellos, se hizo una foto con la camarera.

-Muchas gracias,soy muy fan tuya- dijo la chica emocionada.

Gavi tan solo sonrió ligeramente y asintió antes de volver a su sitio.

Me mantuve en mi sitio callada y esperando a que lo que habíamos pedido llegase.

Una vez eso pasó, comenzamos a comer.
La verdad es que todo eso estaba resultando,cuanto menos, extraño y hasta incluso incómodo.

Ocean Eyes•Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora