Capítulo XIII

9.9K 330 65
                                    

Maratón 2/4

Camino decidida hasta la habitación de Gavi. Al llegar al final del pasillo me situo delante de su puerta y doy varios golpes en ella con decisión.

-Atenea- dice viendome al abrir la puerta- ha pasado algo?

Entro en la habitación sin decir nada y cierro la puerta detrás de mí.
Gavi me mira con gran confusión en el rostro y yo me acerco a él. Pongo mis manos al rededor de su cuello y lo acerco a mí para besarlo.

El sevillano tarda poco tiempo en responder a mi beso. Ambos nos echábamos de menos. Nuestros labios encajaban a la perfección como si se tratasen de un puzzle.

-Atenea,estás segura de esto?- pregunta el sevillano separando nuestros labios.

-Mucho- digo mordiéndome el labio inferior.

Gavi tarda apenas unos segundos en volver a juntar sus labios con los míos. Me agarra de la cintura y me pega más a él. Mi agarre se hace más fuerte en su cuello clavando, ligeramente, las uñas en él.
El sevillano gruñe al sentir mi tacto tan firme en su piel y baja sus manos hasta mi trasero levantándolo y elevandome haciendo que mis piernas se enreden en su cintura.

Me guía en esa misma postura hasta la cama y se sienta en ella dejándome encima de él.
Dejo de besarlo para sacarle la camiseta. Lo escaneo rápidamente y beso su mandíbula y su cuello dejando rastros de mi presencia y marcas que ni yo misma soy muy consciente de cuando hice.
Mis manos viajan hasta sus abdominales y comienzan a acariciarlos. Pablo cuela sus manos por debajo de mi camiseta y comienza a masajear mis pechos por debajo de ella.

Un pequeño gemido se escapa de mi boca al sentir sus manos en esa zona.
Comienzo a mover mis caderas lentamente hacia delante y hacia atrás notando el bulto que se genera en el pantalón del chico.

El sevillano gruñe y nos gira cambiando la posición. Esta vez estábamos tumbados y él estaba encima de mí. Rápidamente me quita la camiseta y la lanza a algún lado de la habitación. Comienza a besarme el cuello y sigue bajando por mi escote y mis pechos,dejando cálidos besos sobre ellos.

-Gavi,hazlo ya- suplico siguiendo cada uno de sus momentos con atención.

Gavi sonríe ampliamente y me quita los pantalones dejándome completamente expuesta ante él.

-Joder,eres perfecta- dice viendome antes volver a besarme.

El chico interrumpió el beso una vez más para bajarse los pantalones y los bóxers e introducirse en mí de una estocada haciendo que un gran gemido saliese de mi boca.
Sus movimientos eran rápidos e intensos,tan increíbles como recordaba.
Mis manos se agarraban a su espalda con fuerza y mis uñas la arañaban dejando algunas marcas sobre ella.

Creo que estaba siendo el mejor polvo de mi vida. Sus movimientos eran perfectos haciendo que una ola de placer estuviese constantemente en mi cuerpo y dejase que varios gemidos se escapasen de mi boca.

Tras unos minutos manteniendo ese ritmo,comenzó a acelerarse hasta que ambos nos corrimos y caímos en la cama cansados.

-Eso ha sido increíble- dice Gavi dándome un beso en el hombro.

-Lo ha sido?- pregunto girandome para verlo con una sonrisa burlona.

-Quieres que te imite?- responde él sonriente.

-No hace falta gracias- digo sacándole el dedo del medio.

-Hazlo ya Gavi- me imita con una voz chillona.

Ocean Eyes•Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora