Capítulo Dos

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Sungmin se sobresaltó cuando el timbre de la puerta rompió el silencio de su apartamento. El carrillón, que siempre le había parecido armonioso, le resultó en aquella ocasión estridente y amenazante. Con gestos nerviosos se estiró el jersy color turquesa sobre los vaqueros deslavados. ¡Kyuhyun había llegado! No tenía razón alguna para ponerse tan nervioso, pues nunca se había sentido incómodo con él. Exasperado, muchas veces, frustrado y excitado a menudo, pero no nervioso.

Claro que esta vez iban a simular un noviazgo y la idea lo llenaba de sentimientos encontrados, entre los cuales dominaba la esperanza. Y el nerviosismo.

El timbre sonó de nuevo. Tras mirar a su alrededor para asegurarse de que no había dejado a la vista ninguno de los cientos de retratos de Kyuhyun en todas las posturas que había realizado en el último año y medio, abrió la puerta.

La visión de Kyuhyun en su puerta, vestido con elegante informalidad, lo dejó un segundo sin habla. Con el jersey gris que llevaba parecía todavía más grande. Y diferente.

—Buenas tardes —dijo Sungmin sintiéndose muy torpe. Su pretendido noviazgo había introducido un elemento nuevo en su relación. Un elemento al que no terminaba de acostumbrarse.

—¡De momento no han sido buenas! —exclamó Kyuhyun entrando en el apartamento. Sungmin lo miró, sorprendido por su exabrupto. ¿Estaría ya arrepintiéndose de su trato?

—Chung pasó esta tarde por la oficina, después de que te marcharas —anunció Kyuhyun—. Trajo al modelo que había contratado para enseñártelo.

—Y pensar que me he perdido una escena tan buena —bromeó Sungmin al darse cuenta de que el mal humor de Kyuhyun nada tenía que ver con su cita.

—Me hubiera encantado que estuvieras —dijo Kyuhyun amargamente—. Dado que tú le diste la genial idea.

—¡Yo! Soy intelectual y moralmente contrario a la explotación del cuerpo de las personas para fines comerciales.

El enfado de Kyuhyun pareció disolverse ante su expresión indignada.

—Muy bien. ¿Sueles practicar o los eslóganes te salen siempre así de bien?

—Estoy hablando en serio —masculló Sungmin—. Pienso que es algo horrible.

—Estoy de acuerdo contigo, pero te equivocas de cabo a rabo. Chung se puso a pensar en lo que le dijiste de contratar un modelo masculino varonil musculoso con indumentaria de obrero y concluyó que era una gran idea.

Sungmin abrió la boca, comprendiendo el estupor de Kyuhyun.

—¿Encontró a un modelo en calzoncillos con un martillo mecánico?

—Bueno, llevaba pantalones azules —dijo Kyuhyun—. No pude convencerlo de que se los quitara.

—¡Eso espero! —exclamó Sungmin con pudor—. El desnudo integral me parece excesivo.

—¿Y dónde está ahora tu indignación?

—La estoy buscando.

—Pues a ver si la encuentras antes del lunes. Porque Chung vuelve al ataque.

Sungmin sonrió.

—Estupendo. Así dan ganas de ir a trabajar el lunes. Ojalá traiga al modelo otra vez.

Kyuhyun sonrió siguiéndole la broma, pero no le hacía mucha gracia pensar en Sungmin admirando a otro hombre. No entendía a qué venían sus celos, pero había muchas emociones que no entendía bien en relación con Sungmin. Estaba deseando explorarlas para que se disiparan.

—¿Dónde está tu bolsa? —preguntó Sungmin de pronto al observar que no traía equipaje. ¿Se lo habría pensando de nuevo, quizás? Una profunda decepción se apoderó de el.

✨UN JEFE MUY ESPECIAL | KyuMin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora