Un secreto, una familia, una mentira.
Paulo Dybala se enamoró perdidamente de Catalina y decidió adoptar al hijo de esta y criarlo cómo propio. Pero ese bebe ahora tiene 13 años y esta listo para desafiar todo y a todos.
La vida de Luca Dybala est...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Catalina
Último día de vacaciones y yo ya quería llorar.
Dios, ¿Porque se tienen que acabar? De solo pensar en todas las cosas que iba a tener que hacer al volver a casa me daban ganas de dormir. Pero bueno, tenemos responsabilidades que cumplir.
Paulo tenía que volver al club, Luca esta jugando en las inferiores de la Juve y aunque está de vacaciones en la escuela tiene que seguir entrenando y a mi se me había ocurrido la maravillosa idea de abrir un hotel asi que tengo que ir a ver como va la construcción.
Suspiré y me removí un poco.
-Buen día, bella durmiente.- me saludó Paulo y yo sonreí.
-Hola, amor.- le di un besito y me senté, él me imitó.- ¿Que hacemos hoy?
-Luca quería andar en el yate.- me informó.- Y Rodri le prometió ayer que lo iba a pedir para hoy.- asentí y me pare de la cama.
Me fui a bañar y él no se que hizo pero cuando salí ya no estaba en nuestro cuarto. Me cambié rápidamente y fui a la habitación de Luca que estaba vacía.
Sospechoso. Son las 9 de la mañana, ¿Que hace despierto?
Fui a la habitación de al lado, de Rodrigo, para ver si Bauti o Fran estaban despiertos pero no, los dos estaban en el quinto sueño.
Me encaminé a las escaleras y me crucé con Rodrigo que las venía subiendo.
-Hola. Estan durmiendo los gordos.- le informé y él me sonrió.
-Hola, gracias.- me dió un beso en la mejilla y bajamos juntos.
-¿Los pudiste bañar anoche?
-Boluda, son unos diablitos.- se rio y yo lo imite.- Tres horas estuve con los dos ahí adentro y no sabes lo que fue cambiarlos. Después estuve como una hora secando el desastre de agua que dejamos.
-Me hubieras dicho, boludo, y te ayudaba con uno por lo menos.- él negó.
-Nah, gracias, pero me gusta tener esos momentos con ellos.- sonreí.
Llegamos a la cocina donde ya estaban Cami, Leandro y Paulo.
-Buen diaaaa.- saludé y ellos me respondieron.-¿Y mi bendi?
-La bestia adolescente esta afuera.- me comunicó Leandro y fruncí el ceño buscando a mí hijo por los ventanales.
-No se que onda, se fue enojado conmigo y te juro que no le dije nada.- Paulo levantó las manos haciéndose el inocente y yo achine los ojos.
