Paulo
Fue una mañana muy rara. En la concentración del club con mis compañeros estaba todo menos concentrado, no podía hilar más de dos frases juntas, me perdía en medio de las conversaciones y no podía dejar de ver la foto que me acompaña pegada a mí botín desde hace 13 años.
La foto del nacimiento de mi hijo.
Varios de mis compañeros me preguntaron por "la joyita" y no sabia que contestarles. "En casa" era lo único que se me ocurría.
Se sentía espantoso saber que estaba enojado conmigo, que estaba dolido y no queria siquiera mirarme.
Extraño a mi hijo, muchísimo.
Intenté bloquear todos mis pensamientos en el momento que pise la cancha y dejar ir toda mi frustración en el partido.
Logré marcar un gol y me salió del alma dedicárselo a Luca, necesitaba que sepa que lo amo con todo mi corazón.
Catalina me dijo que habia que darle espacio pero no estaba muy seguro de que esa era la mejor opción, si algo se de nuestro hijo es que se va calentando más con el tiempo ,y después de todo lo que lloró la noche anterior tenía todas las ganas del mundo de darle un abrazo.
Maneje a casa en el más triste de los silencios y cuando llegué me recibio mi mujer con una sonrisa y un beso.
-Felicidades, campeón.- susurró y yo solo le sonreí.
Aca me faltaba alguien.
Catalina agarró mí bolso y subió las escaleras.
En eso llega Bowen corriendo alterado y me comenzó a saltar, me mordió la manga del pantalon y me tironeo a las escaleras que llevan al sotano. Lo intentó tres veces hasta que decidí seguirlo.
-¿Que te pasa, chiquito?- le pregunté mientras lo seguía a la sala de juegos.
Y me encontré a mi hijo hiperventilando.
Corrí al sillón y me senté a su lado. Puse una mano en su espalda y con la otra le agarré la mano.
-Eu, Lu, esta bien, hijito. Estas teniendo un ataque de pánico... Shh, shhh.- el me apretó fuerte la mano.- Respira, enano, adentro... Afuera.- le mostré como hacerlo y después comencé a respirar yo para que se coordine conmigo.- Asi, muy bien. Shh... Shh.- al ratito finalmente se calmó y se abrazó a mí pecho.
Suspiré y lo apreté un poquito.
-Ya esta, hijo, ya esta...- le revolvi los rulos y él se separó un poco de mi.
-Fue horrible.- se tocó el pecho y cerró los ojos.
-Ya se.- le limpié las lagrimas que seguían cayendole y él me miró.
-¿Porque no podes ser mi papá?- se tapó la cara y a mi me dieron ganas de vomitar.
-Ay, Luca.- me acerqué un poquito más, pero él se levantó de su lugar y negó con la cabeza.
-No quiero hablar.
-Si no hablas vas a seguir teniendo esos episodios.- se encogió de hombros y salió del cuarto.
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Three at Turín ; Paulo Dybala
General FictionUn secreto, una familia, una mentira. Paulo Dybala se enamoró perdidamente de Catalina y decidió adoptar al hijo de esta y criarlo cómo propio. Pero ese bebe ahora tiene 13 años y esta listo para desafiar todo y a todos. La vida de Luca Dybala est...