Estocolmo [TERMINADA]

EPILOGO - JUNTOS, SIEMPRE / TAEHYUNG

No puedo evitar perderme en la noche de tus ojos negros.

Ni derretirme entre tus brazos con el calor de tu cariño.

Cada vez que me rozas, me enciendes como un fósforo.

Somos química, somos física, somos la más inevitable de las ecuaciones.

Hoy es el día de mi boda. No me lo puedo creer.

El día que Jungkook me pidió que me casara con él, no dudé ni un instante en decirle que sí. Bueno, casi le mato de un susto porque tardé un poco en responder, pero en mi cabeza lo tuve clarísimo desde el mismo instante en el que me lo preguntó. Claro que lo siguiente en lo que pensé fue "¿Y podemos casarnos aquí?". En Korea el matrimonio entre personas del mismo género no está reconocido, y en muchos países de Asia tampoco. Pero por lo visto, JK antes de nada lo comprobó, y las leyes de La Isla lo permiten. Aunque me dijo que, si no lo hubiese estado, hubiese removido cielo y tierra hasta conseguir que nos dejasen. Y no me cabe la menor duda que así hubiese sido. Al fin y al cabo, no hay tantos habitantes, y teniendo en cuenta que lo que nos trajo aquí fue su determinación por vengar a su padre, me creo que hubiese secuestrado y amenazado al responsable hasta conseguirlo si eso hubiese hecho falta.

Durante este año, lo que comenzó siendo una locura fruto del enamoramiento se ha demostrado que era al final lo más racional del mundo para nosotros. Jungkook y yo nos complementamos de una manera difícil de explicar, sabiendo exactamente cuándo hablar, cuándo callar, cuándo respetar la privacidad del otro y cuándo es el momento de compartir. Yo ya sabía que, tras tantos meses viviendo juntos 24 horas al día seríamos capaces de vivir nuestra vida y llevar un negocio juntos sin problema. Claro que discutimos a veces, pero es increíble cómo las soluciones parecen florecer solas entre nosotros, hablando las cosas y llegando a acuerdos de una forma orgánica. Lo que empezó como una atracción mutua y continuó como un flechazo de amor que nos atravesó a los dos, ha evolucionado en un amor profundo, sincero, dulce y pasional, todo a la vez, que sé que durará para siempre.

Así que los últimos meses hemos estado planeándolo todo para la boda, aunque en realidad ha sido mucho más sencillo de lo que pensábamos que sería. Una ceremonia bonita en la playa, una pequeña fiesta privada en nuestro bar y una lista de invitados breve es todo lo que queríamos, así que hoy solo seremos nuestros amigos de la isla, la madre de Jungkook, algunos amigos de confianza de ambos y Yi-soo, la antigua ama de llaves de casa de mi padre.

Lejos de la imagen que puede proyectar en los demás, siento que he llegado a conocer a Jungkook de verdad, como el chico tímido y dulce que se esconde debajo de toda la tinta, el cuero y los músculos que me enloquecen. Y por el otro lado, estar con él me ha descubierto quien soy yo en realidad. Siento que antes de conocerle, igual que me dijo hace tiempo que le pasaba a él también, vivía mi vida interpretando un papel, el papel del niño de papá que ni puede ni intenta vivir su propia vida. Cuando era niño, mi padre me dejó muy claro cómo iba a ser mi vida: Conocería a una chica de buena familia, probablemente elegida por él en función de sus intereses comerciales. Luego, tendríamos una boda tradicional y una boda occidental. Tendría hijos hasta conseguir tener un varón que pudiese heredar nuestro imperio. Pero este año me ha enseñado que soy mucho más fuerte y luchador de lo que pensaba.

Y aquí estoy ahora mismo, mirándome en el espejo del cuarto de baño, vestido de traje, sintiendo cómo el espíritu de mi madre me alisa las arrugas de la camisa con los ojos llorosos, diciéndome que está orgullosa de mi por haber roto con mi futuro predestinado. Que está orgullosa de mi a pesar de ser un delincuente, a pesar de haber arruinado a toda mi familia, a pesar de haber metido a mi padre entre rejas. Quiero pensar que ella no era como él, y que hubiese aceptado que me casase con la persona a la que más amo en el mundo, el conejito de peluche macarra lleno de tatuajes que me espera al otro lado de la puerta. He respirado hondo antes de salir para reencontrarme él.