¡Milagro de Navidad! Perdón por tardar tanto en actualizar. No hay excusa que valga pero aunque tarde, no quiero dejar esta historia sin final así que voy a intentar seguirla hasta ver a donde me lleva. Espero que hayan pasado unas felices fiestas y este año les traiga muchas cosas bonitas.
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Al día siguiente no mencionaron el tema. Ni el resto de la semana. Parecía que ambas habían firmado un acuerdo silencioso para no hacerlo y disfrutar el poco tiempo que les quedaba juntas debido a que Ellie tenía que irse al trabajo.
El sábado había llegado de nuevo y el tema se instaló nuevamente en sus cabezas. Aster se iría al día siguiente por la mañana y tenían que platicar antes de que eso sucediera. Esa mañana salieron a un parque cerca del departamento de la morena. Se acostaron sobre el césped y Aster le contó acerca del extraño sueño que había tenido la noche anterior:
-Me encontraba en un sauna y en algún momento sentí mucho calor y como si me costara trabajo respirar por lo mismo, así que me fui del lugar y empecé a caminar por la calle. De repente me di cuenta que había gente corriendo muy asustada. Entonces yo también sentí miedo y recordé que era el fin del mundo, que lo habían dicho en las noticias. Vi que además de las personas que corrían había otras que traían armas y estaban robando las tiendas. Como yo no traía nada salí corriendo hasta que choqué con una señora mayor. Ella llevaba una metralleta en la espalda y dos pistolas en las manos. Me dijo que me daba la metralleta a cambio de que le ayudara a conseguir una hamburguesa porque su hijo quería una pero no sabía donde había un sitio de hamburguesas y el internet había dejado de funcionar así que no podía buscarlo en google. No me acuerdo como conseguimos la hamburguesa pero me dio la metralleta, las balas que tenía y la dirección del bunker donde se refugiaba con su esposo e hijo por si algún día necesitaba un refugio. Luego se hizo de noche y yo estaba en un parque de diversiones que parecía estar abandonado. Como que ya había pasado tiempo desde que comenzó la guerra porque yo caminaba por el parque como si lo conociera y llegaba a la casa de los espejos que era donde tenía mi refugio. Y ahí tenían un chorro de cosas para sobrevivir, balas y armas y cosas así como en las películas. ¿Alguna vez te has imaginado cómo sería el fin del mundo?-
-Supongo que las guerras son algo parecido a que se acabe el mundo y me parece la manera más realista para que suceda. A lo largo de la historia muchos pueblos desaparecieron de esa manera- trajo a su memoria aquellas historias que había leído en algún momento.
-Una pandemia de zombies también puede ser realista. El otro día escuché que una mutación del virus de la rabia en los humanos podría hacernos actuar como zombies-
-¿Dónde escuchaste eso?- preguntó con curiosidad.
-En un podcast de misterio que me recomendó un amigo. No me gustan mucho esos temas pero quise darle una oportunidad al capítulo y dijeron eso de los zombies-
-Interesante. Pero sigo pensando que una guerra es la opción más realista-
-Puede ser, aunque lo más real es que mi mundo se acabaría si tú no estás en él- tomó la mejilla de su novia y acortó el espacio que había entre ellas para fundirse en un beso.
Cuando se separaron ambas fijaron su mirada hacia el cielo. El silencio que las acompañó les indicó que era hora de hablar del tema que tanto habían evitado.
-Respecto a lo que dijiste el otro día...- habló Ellie. Sentía que era ella la que tenía que decir algo aunque no estaba segura de qué. No sabía por qué no le emocionaba tanto la noticia como se suponía que tenía que hacerlo. No hablar del tema con su novia había significado que tampoco pensó en el estos días por lo que se encontraba con la misma nube de pensamientos que el sábado en la noche. Se incorporó para quedar sentada sobre el césped y poder ver a los ojos a su novia. -No tienes por qué renunciar, yo también podría hacerlo-
Aster no tardó en colocar dos dedos sobre los labios ajenos para evitar que siguiera hablando. -Ya lo decidí. A mi me gusta mi trabajo menos de lo que a ti te gusta el tuyo, así que no voy a permitir que renuncies- seguía sonando tan segura como hace una semana.
Ellie tomó su mano con la propia y la retiró de sus labios luego de darle un pequeño y suave beso. Estaba preocupada. No le agradaban los cambios bruscos en su vida y que su novia renunciara y se fuera a vivir con ella era sin duda uno de esos cambios.
-Se que parece una decisión apresurada- continúo la castaña, al tiempo en que se incorporaba para quedar a la par que la contraria -pero ya había cruzado por mi mente la idea de renunciar, solo no te lo había dicho. Estar aquí, así, contigo... solo me hace darme cuenta de que es lo que tengo que hacer- hizo un pequeño silencio, lo suficiente para darle la importancia debida las siguientes dos palabras que saldrían de su boca. -Te quiero-
Ambas se inclinaron para deshacerse del espacio entre ellas y fundirse en un beso.
Aster no tenía la menor duda de que esa decisión era la correcta, de que luchar por su relación significaba hacer una nueva vida en un lugar a 3,900 kilómetros de donde había vivido durante cinco años. Y aunque su futuro era incierto, tenía la certeza de que quería vivirlo al lado de la morena. Todo lo que tenía en San Francisco no era tan importante como estar en el mismo lugar que su novia. Y que la definición de hogar sería cualquier sitio donde estuviera con ella.
Por su parte, el beso le dio a Ellie la tranquilidad que necesitaba en ese momento. Tener una relación con la castaña era algo con lo que había soñado muchas veces. Y aunque no creía en Dios, en el destino o en alguna otra fuerza sobrenatural, estaban viviendo el momento ideal para estar juntas. Y aunque le preocupaba su futuro incierto, sabía que tenía que confiar en su amor y en su novia con la decisión que había tomado.
-Yo también te quiero, cariño- le acarició la mejilla con suavidad. -Y si no vas a cambiar de opinión, te voy a apoyar en todo lo que necesites. Hasta podría pedir unos días de vacaciones para ayudarte a instalarte- sugirió con una sonrisa que intentaba disipar su preocupación.
-¡Eso me encantaría!- exclamó con entusiasmo. Sintió que le habían quitado un peso de encima que había estado cargando los últimos días.
-También me preocupa lo que van a decir tus padres. ¿Les has hablado de nosotras?- preguntó un poco tímida.
Sorprendida por la pregunta, Aster dejó escapar un suspiro. -Si, claro- titubeó un poco. La verdad es que todavía no había hablado con sus papás acerca de su nueva relación. No es que les tuviera que pedir permiso pero el hecho de que no estuvieran completamente de acuerdo con su preferencia sexual hacía que la castaña no quisiera tocar el tema por teléfono y sus vacaciones ya las había ocupado en pasarlas con su novia en vez de ir a visitar a sus padres. -Pero no tienen nada que decir. Hace años que no vivo con ellos ni dependo económicamente de ellos, aunque sigan dándome algo de dinero de vez en cuando- se encogió ligeramente de hombros para restar importancia. -A mi lo que me preocupaba era que tu estuvieras de acuerdo- le sonrió con ternura. -Del trabajo, de mis papás, de mis amigos, ya me ocuparé en su momento- acarició el dorso de la mano de su novia con su pulgar.
-Veo que has pensado en todo- sintiéndose derrotada por la seguridad de su novia, dejó caer nuevamente su espalda sobre el césped. -¿Sabes? Todo esto se siente como un sueño. Uno bonito, no uno extraño como el que tuviste anoche. Un sueño del que no quisiera despertar- un gran suspiro salió de ella. Durante mucho tiempo había soñado con una vida junto a Aster.
-No es un sueño, cariño. Esto es real. Lo nuestro es real- apretó suavemente la mano contraria. La decisión que había tomado le presentaba un futuro incierto. No sabía si conseguiría un trabajo pronto, o cuál sería la razón de sus padres pues no iba a poder ocultarles su relación por más tiempo, o si tendría el apoyo de sus amigos en San Francisco, o si su abuela estaba lista para quedarse sola en la casa... De lo único que estaba segura era de lo que sentía por la chica a su lado. La relación que estaban construyendo era lo más real que había tenido en toda su vida.
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Mientras la noche caía (The Half Of It)
FanficHe visto Si Supieras (Half of it) en Netflix y he decidido hacer mi propia versión de lo que pasaría con Ellie y Aster unos cuantos años después cuando ambas tienen 24. ----- Disclaimer: Los personajes que aparecen aquí le pertenecen a la genial men...