Dori nunca imagino enamorarse tan perdidamente de aquella chica con la que había coincidido solo un par de veces. ¿Pero que podía hacer? Su linda sonrisa acompañada de seguridad lo había conquistado.
Dori Sakurada x OC
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Las manos de la chica se encuentran un poco sudorosas, estaba bastante nerviosa por aquel proyecto que su universidad había organizado y ella se encontraba a cargo. Relamió sus labios suavemente, y con disimulo limpio sus manos con el paño que había en una de sus bolsas.
Desde esa posición podía apreciar a todas las mesas llenas de gente conversando, pero no era cualquier tipo de gente, sino aquella de prestigio que se encargaba de donar fondos para la universidad. Cada año se encargaban de hacer esto, y ella recordaba perfectamente cómo era estar bajo presión en la cocina, en su primer año le había tocado ser una ayudante más. Pero vaya suerte la suya, este año la ruleta se había detenido justo en su nombre, indicando que era la encargada de acompañar al director durante su discurso y preparar un menú como chef principal. Eso era lo que le asustaba más, que las personas pensaran que no tenía las habilidades suficientes para esa tarea, y además, que era bastante joven para ser la chef principal de un evento tan importante.
—Seiren, —La voz masculina de uno de sus compañeros encargado de los meseros la hizo salir de su burbuja— en diez minutos deberán tener todo listo, mientras el discurso es dado nosotros nos encargáremos de llevar todo a las mesas.
—Muy bien. En diez minutos nos vemos.
Una leve sonrisa se formo sobre sus labios antes de colocar el cubrebocas y avanzar hacía la cocina.
Ahí sintió más tranquilidad, podría estar nerviosa por las personas, pero nunca lo estaría por sus platillos y decisiones dentro de una cocina.
—Compañeros. —Apenas su voz se escuchó toda la cocina quedo en silencio para poder escucharle. —Me han informado que el discurso será dentro de diez minutos, lo que significa que debemos terminar de servir para que las cosas puedan ser entregadas mientras nuestro director habla, ¿alguien tiene algún inconveniente? —Nadie respondió, lo cual era una buena señal para seguir hablando. —Pasare por cada área para comprobar que ya puede ser servida, y a como vaya dando la aprobación pueden ir colocándola en los setenta y dos platos, y recuerden, coloquen también cinco extras por si alguien ha traído invitados.
Todos asintieron a cada una de sus palabras, sabían que durante las últimas dos semanas se habían preparado para esto y ella los había guiado muy bien, era hora de ver si el esfuerzo había valido la pena.
