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Capítulo 2: Snow Balls.

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Escuchaba lo que pasaba a su alrededor, pero no oía con claridad lo que sus amigas le contaban

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Escuchaba lo que pasaba a su alrededor, pero no oía con claridad lo que sus amigas le contaban. Tal vez hablaban de muchachos o ropa que está a la moda. No lo sabía. Ella observaba la pista de baile con un severo tic en su pierna. No se sentía lista para lo que iba a hacer esa noche, pero estaba dispuesta a hacer su cometido.

¿Cuál era su cometido? Algo sencillo, pero para toda chica con problemas de confianza era una gran pesadilla: invitar al chico que desde hace meses le ha robado suspiros cada vez que lo ve.

No sabía cuándo o como o por qué, pero estaba enamorada. ¿"Enamorada" era la palabra correcta? Tal vez solo gustaba de él o sentía solo atracción. Son cosas muy distintas de las cuales no sabía diferenciar.

Lo miraba seguido, no al punto de acosarlo, pero tenía la suerte que a donde ella estuviera también el chico aparecía con su grupo de amigos. Le dirigió la palabra pocas veces, pero jamás hizo el intento por saludarlo; incluso no podía mirarlo a los ojos. No estaba en la misma aula que él, pero en los descansos, entradas, salidas, hasta en algunos momentos en donde ella salía de clases por el aburrimiento, lograba verlo.

No sabía si él la conocía a ella. Seguramente no, ya que ella solo era una chica más de esa escuela, una chica más que era invisible, con la excepción de tener un grupo de amigas conocidas por muchos muchachos, lamentablemente, ella no era popular aún estado en grupo que si lo era. Se consideraba ese tipo de chicas que podrías conocer un día y olvidarla al día siguiente de tan ordinaria y aburrida que es.

Pero no hay que hablar de su triste vida en la escuela, donde solo se juntaba con esas chicas para no estar sola. Mejor hablemos de su objetivo esa noche: Will Byers. Sí, el niño zombi como todos lo llaman. Era lindo ante sus ojos, lo escuchaba charlar con su grupo de amigos de un modo energético a pesar de lo que le ha pasado. Su sonrisa lo decía todo y era perfecto.

Started in a Balls | 𝗪𝗶𝗹𝗹 𝗕𝘆𝗲𝗿𝘀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora