Miércoles

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Harry estaba muy confundido en la mañana, no entendía porque todos lo miraban con expresión extraña, como si tuviera algo en la cara que lo hiciera parecerse a un elfo. Cansado decidió pasar al baño antes de su siguiente clase, cuando se vio al espejo y noto que traía la túnica verde de Slytherin lo entendió. Ya estaba pareciendo una broma de mal gusto, con Draco se separaban en la mañana y usualmente era el primero en irse, dudaba que Malfoy hiciera eso con intención pero no le encontraba otra explicación. Aunque él tampoco se daba cuenta al vestirse que esa ropa no era suya, pero en su defensa estaba tan sumido por sus pensamientos que no le prestaba atención a esas cosas.

Se quitó la túnica incorrecta y la guardó en su mochila, no hacía tanto frío ese día por lo tanto estaría bien. Abrió la puerta del baño para salir pero al chocar con alguien hizo que se devolviera dentro, cuando vio que el culpable era el rubio, su humor empeoró.

— ¿Lo haces a propósito?— Draco pasó de él riendo burlonamente. A Harry se le coloreó la cara de rojo cereza.— Bien, no te la pienso devolver.— Draco se dio vuelta para verlo con el ceño fruncido.

— Potter, no seas inmaduro.— Harry soltó un resoplido incrédulo.

— Mira quien lo dice.— Sin más retomó su camino hacia la salida del baño, yéndose de ahí ignorando los gritos de Malfoy llamándolo.

(...)

Draco estaba enojado. Bien, esa mañana si había intercambiado los uniformes a propósito, pero solo porque quería ver la cara sonrojada de Harry, aunque sí lo había visto sonrojado pero no por las razones que él quería. Ahora solo le quedaba esperar a la noche para verlo, no habían dicho nada de quedar pero después de todo no perdía nada con ir a esperar que el chico que le robaba suspiros se apareciera.

No estaba feliz con ese juego que estaban teniendo. Se sentía tan incorrecto pero a la vez tan correcto cada vez que estrechaba a Harry entre sus brazos, sabía que para los dos eso no era algo más allá de un acuerdo meramente carnal. Pero anhelaba tanto que Harry pudiera sentir lo mismo que él. ¿Cómo Harry podría llegar a amarlo luego de como fue con él durante esos años? Si bien empezó a ser más decente, las pequeñas riñas nunca cesaron hasta finales de su quinto año. Le gustaba como Harry era con las personas, siempre tratando de salvar a todos, tan alegre y popular.

Harry llevaba la mano escondida, Umbridge lo había vuelto a castigar y las marcas en su mano ya estaban formando una cicatriz muy horrible y grande. Estaba deseando llegar a su sala común y poder encerrarse en el baño para poderse curar, imaginaba que en parte de que la cicatriz estuviera de esa manera era por la forma en que estaba tratando la herida, pero no quería preocupar a Hermione con eso, seguramente le diría que acudiera a Dumbledore y Harry no tenía muchas ganas de hablar con el director luego de que estuviera ignorándolo.

Le faltaba un pasillo más y llegaría a su destino, pero como es Harry Potter las cosas nunca podían salir bien para él, chocó con alguien provocando que cayera de bruces al piso lo que obligó a que usara su mano lastimada para amortiguar la caída, haciendo que esta se abriera un poco causándole un fuerte ardor.

— ¡Potter!— Alguien lo ayudó a levantarse.— ¿Estás bien?— Harry asintió y le dirigió la mirada a su acompañante, Draco.

— Oh, yo, sí no te preocupes no fue nada.— Se levantó del suelo con rapidez, empezando a limpiar su uniforme.

Draco lo vio confundido, hasta que notó la herida.— ¿Qué te pasó en la mano?— Harry se dio cuenta de su error y la escondió.

— No es de tu incumbencia.— Draco rodó los ojos y le tomó la mano a la fuerza, haciendo que Harry se sonrojara.

Corbata equivocada (Drarry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora