Capítulo 4

142 10 0
                                    

Jungwon se fue y te quedaste unos minutos más en la tienda, compraste unas cuantas cosas necesarias para tu nueva mascota y cuando terminaste, saliste de la tienda, empezaste a caminar acompañada del frío de la noche cuando tu celular comenzó a vibrar en el bolsillo de tu pantalón, sujetando al perrito de un brazo junto con las bolsas, te las arreglaste para sacar tu celular y contestar. 

(Llamada)

Tu: ¿Diga?

Xx: Hola conejita...

Te quedaste helada, otra vez no...

Tu: ¿Tú otra vez? ¿No te cansas de seguirme? —dijiste con un leve temblor en la voz, te detuviste bajo un farol y miraste para todos lados, asegurándote de que Jungkook no te estuviera observando, como la última vez—

Jungkook: No, es divertido ¿Acaso tú no lo disfrutas tanto como yo?

Tu: No, basta Jungkook por favor, deja de acosarme —dijiste aunque sabías de qué tus suplicas no servirían para nada—

Jungkook: Sabes... —dijo ignorando tu comentario— me gusta tu nueva casa y tu habitación junto con tu cama, mmh... —gimió— perfecta para hacer el amor

Abriste los ojos como platos, sujetaste al cachorro en tus brazos con fuerza y sentiste como la mano con que tomabas el celular te comenzaba a temblar.

Tu: Es imposible, yo...yo...

Jungkook: ¿Le pusiste la alarma a tu casa? oh ______________... como se nota que no me conoces bien, yo lo sé todo...

Tu: ¿Cómo supiste la clave?

Jungkook: Ya te lo dije, yo lo sé todo —repitió, escuchaste del otro lado de la línea telefónica el ruido de unos cajones abrir y cerrar— pero que tenemos aquí... un bonito conjunto de lencería blanca —gruñó— ya quiero vértelo puesto para luego arrancártelo y hundirme en tu pequeño cuerpo...

Tu rostro palideció, envuelta por el miedo empezaste a gritar lo primero que se te ocurrió.

Tu: ¡Sal de mi casa! ¡No te quiero ver! ¿Entiendes? jamás y escúchame bien... jamás me podrás tener —y colgaste—

(Fin de llamada)

Tus ojos se cristalizaron, pestañeaste y una lágrima cayó de tus ojos, así mismo como varias fueron cayendo después, siempre te describías a ti misma como una mujer fuerte, pero con Jungkook... siempre habías sido débil, buscando el consuelo de alguien, abrazaste al cachorro y el can se veía asustadizo.

Tu: Tú también tienes miedo ¿Verdad? —empezaste a hablarle, entremedio de sollozos— tenemos que llamar a Jungwon...

(Llamada)

Jungwon: ¿Alo? 

Tu: Jungwon... —susurraste ahogada por las lágrimas— es Jungkook... está en mi casa, tengo miedo de ir allá

Jungwon: Oh demonios, lo lamento, oh _____________... de veras lo siento, no debí dejarte sola ¿Dónde estás?

Tu: A una cuadra de la tienda de mascotas

Jungwon: No te muevas de ahí —y tan rápido como habló, colgó—

(Fin de llamada)

Diez minutos más tarde, te encontrabas en el auto de Jungwon mientras este corría por la carretera, al llegar a la casa Jungwon bajo primero, mientras que tú lo seguías por detrás.

𝘼𝙘𝙤𝙨𝙖𝙙𝙖 ; 𝙏𝙚𝙧𝙢𝙞𝙣𝙖𝙙𝙖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora