𝐎𝐛𝐬𝐞𝐫𝐯𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 ||Jasper Hale||

04

Se sentía observada casi todo el tiempo, más de una vez pensó que se estaba volviendo loca. Hye no estaba cómoda en ningún lado, su instinto le decía que la estaban asechando. Peor era cuando regresaba de la escuela caminando.

 Incluso llego a pensar que los Cullen tenían algo que ver en esto. Desde que comenzó a observarlos se sentía así. Era demasiado extraño, Hye estaba acostumbrada a que la observaran luego de los rumores de su familia, pero esto era distinto.

 Más de una vez pensó en pedirle a su padre un gas lacrimógeno o algo por el estilo. No quería preocuparlo, aún más luego de los recientes ataques. Cada vez había más ataques de animales en el aérea. 

 Una noche que el señor Kim se encontraba durmiendo, Hye tomo el expediente para estudiarlo. En la escena del crimen se encontraron unas huellas humanas, pero no se sabían si eran del asesino, pero por la condición del cuerpo lo descartaron.

 Esta información hizo reflexionar a Hye en conectar el siervo del bosque con los ataques. Sospechaba que era el mismo animal que ataco al siervo cerca de su casa. Aunque no estaba segura de que fuera un animal.

 Sabía que los asesinos seriales primero empiezan matando animales para perfeccionarse. Luego escalan a personas. Si lo comparamos con lo que sucedió es similar, las pisadas humanas encontradas en la escena del crimen y las del bosque.

 Esto lograba asustarla, sumándole a que se sentía observada. Cada vez que llegaba a su casa cerraba todo con llave y se aseguraba de estar sola en la casa. Tal vez la paranoia la estaba consumiendo, pero prefería precaverse que otra cosa. 

 °°° 

 A pesar de todo, la pequeña Kim siguió observando a los Cullen a la distancia. Si eran ellos quienes atacaron al siervo, lo sabría.

 En esa semana de observación Hye noto varias cosas. Los Cullen no hablaban con nadie a menos que sea estrictamente necesario, no sudaban, no comían en la cafetería ni en ningún lado y no bebían agua.

 No se cansaban haciendo deporte, ni tampoco fallaban en sus tareas. Era como si fueran perfectos, esto asustaba un poco. Intento encontrar cualquier cosa que haría un humano normal, pero ni siquiera iban al baño.

 Cada vez pensaba que no eran humanos, tal vez sea demasiado, pero eso creía. No podía entrar en su cabeza que esa familia sean humanos normales. Al llegar a su casa comenzó a investigar sobre criaturas sobrenaturales, descarto la mayoría excepto algunos. 

Pensó en vampiros, demonios o wendigos, pero le parecía patético creer que ellos eran un ser de esta categoría. De igual forma no descartaba las posibilidades. Fue al día siguiente en la escuela cuando algo hizo que se confirmaran sus sopechas.

 Tan concentrada en sus pensamientos estaba que no noto a los chicos corriendo en su dirección. Estos la chocaron haciéndola caer, no frenaron para ayudarla y siguieron corriendo. Maldiciendo en su interior, Hye intento levantarse. 

 Una mano pálida se puso en frente suyo, al levantar la mirada vio unos hermosos ojos dorados. Tomo la mano con algo de duda notando lo helada que estaba. Bajo la mirada hasta que algo la dejo congelada.

 Los zapatos de Jasper Cullen eran de la misma marca que las huellas del bosque. En cuanto se paró lo vio directo a los ojos, notando que estaban un poco más oscuros que antes. Asintió dándole las gracias y siguió con su camino.

 Sus sospechas eran mucho más grandes, Jasper Cullen ataco al siervo cerca de su casa. No sabía si ataco a la persona en el bosque, pero sí tenía algo casi seguro. No era humano, no con ese nulo calor corporal. 

Una gran sonrisa se formó en la cara de Hye al saber que tenía razón. Ahora tenía que descubrir que eran y si eran ellos los del ataque.

 Caminaba tranquilamente hacia su casa, casi saltado de la felicidad, cuando un ruido en el bosque la hizo detenerse. Se escuchó como la caída de un tronco, en esa parte del bosque estaba prohibido talar, todos lo sabían.

 Camino hacia el interior del bosque viendo un árbol derribado desde la raíz. Se acerco a inspeccionarlo, ya que no se veía tan viejo como para caerse solo. Allí vio huellas en el suelo de zapato y una gran grieta en ese lado del tronco. 

 El árbol había sido empujado por una persona y esta lo logro derribar.