𝐎𝐛𝐬𝐞𝐫𝐯𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 ||Jasper Hale||

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Hye se consideraba a sí misma una observadora. Le gustaba observar a las personas, los animales y la naturaleza. Estaba en su esencia analizar su entorno, esto hacía que casi nada la sorprenda. 

Esta fue la razón por la cual no se sorprendió el que su madre huyera de Forks con el profesor de gimnasia de la escuela. Había notado que su madre se arreglaba más y notaba la mirada que le daba su profesor, una llena de culpa. 

 Los rumores en el pequeño Forks no se hicieron de esperar. El apellido Kim estuvo en la boca de todos por largos meses, era algo obvio que en un pueblo tan aburrido, un escándalo de esa magnitud seria hablado.

 Su padre cayó en gran desconsuelo, luego de eso, aunque no lo demostrara con facilidad, amaba a su esposa. Seung hyon era un hombre duro o así lo demostró durante mucho tiempo, pero esta situación lo devastó como una plaga a una cosecha.

 Hye tuvo que hacer muchas cosas para lograr animarlo, desde pasar grandes jornadas a su lado, consolándolo, a ser el sostén de lo que quedaba de su fragmentada familia. 

 Aan, su hermana mayor, no ayudo mucho. Huyo a la universidad en cuanto tuvo la oportunidad, dejando atrás al monótono Forks. Esto aumento a un más los rumores de su familia. Eran como cuervos rondando en los restos de lo que alguna vez fue su hogar.

 A pesar de que muchos hablaron a sus espaldas o en su cara en la escuela, ella siguió yendo con la frente en alto. Sí, su madre la abandono por un hombre. Sí, su hermana huyo en cuanto pudo. Ella no tenía la culpa de nada de esto, no tenía porque sentirse mal por lo sucedido.

 El pasar de los meses hizo que su padre volviera en sí. Salió de su depresión y comenzó a ser el padre que alguna vez fue. Debía asegurarse de que su pequeña tuviera, aunque sea una persona en quien apoyarse.

 Esto fue de gran ayuda para Hye, pudo seguir con la vida normal de una adolescente sin tener que cargar con el peso de su familia. Aunque Hye no se consideraba a ella una persona normal.

   Como una cámara que grababa todo y una grabadora que recopilaba información, así se sentía Hye. Le gustaba ver todo desde una posición neutral, lejos de los problemas y el drama. Le gustaba reproducir las conversaciones en su cabeza para analizar el comportamiento humano. 

 Prefería sentarse en un rincón como espectadora de su vida a tener que afrontarla. Tal vez ese era su mecanismo de defensa ante su propia vida. La terapeuta escolar solía decirle que tome acciones para enfrentarse a la misma. 

 Pero así no era ella, no era de las que saltaba frente a un león para vencerlo con sus manos. No, ella lo veía de lejos con una cámara en la mano estudiando su comportamiento.

 Esta era la razón por la que la llegada de los nuevos estudiantes llamo tanto su atención. Eran nuevos personajes a la serie que ella llamaba su vida. Personas totalmente interesantes y estudiables, preparando todo lo aprendido con los años, los miro desde la distancia.

 Gracias a ellos, los rumores de su familia se clamaron e incluso fueron olvidados por los rumores de la nueva familia. Los hijos adoptivos del nuevo doctor del hospital. Un misterio para toda la comunidad.

 Hye observo cada interacción, comportamiento e incluso movimiento que hacían los Cullen. No solamente los admiro como la mayoría, analizo todo lo que rodeaba a esta familia. Buscaba hasta el mínimo movimiento que generara un error. 

 Los Cullen no cometían errores en su actuación o eso pensaban. No esperaban que cierta chica con una afición a observar y analizar descubriera el secreto que tanto intentaron encubrir.