Un amor prohibido (Shisui Uchiha x Umiko Uchiha)

El compromiso.

Los meses pasaron volando. Mi relación con Shisui e Itachi había crecido. No sólo con ellos también con Kakashi, el era la figura paterna que yo nunca había tenido. Naruto había crecido considerablemente y se había vuelto bastante travieso e inquieto, el siempre decia que iba a convertirse en hokage y yo no dudaba de ello.

Hace unas horas mi padre llegó a casa de una supuesta misión en la cual llevaba varios meses.

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Fui hacia la cocina y lo primero que vi fue a mi padre. Llevaba meses sin verle.

-Arreglate, hoy cenaremos con Fugaku.- Llevaba meses desaparecido y eso es lo primero que me dice, no se ni porque me sorprendo ante su comportamiento.- Más te vale dar buena impresión, este matrimonio...

-No.- Le interrumpí.

-¿Que has dicho?.- Se levantó este enfadado.- No te atrevas a hablarme así mocosa.

-No voy a casarme con Itachi.- Odiaba el hecho de que me quisiera casar con alguien a la fuerza.

Este se levantó enfurecido y me golpeó fuertemente haciendo que me diera contra la pared.

-Tu te vas a casar con Itachi y no se hable más.- Grito este para después volver a entrar a la cocina, seguramente a beber.

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Ahora me encontraba arreglando me para ir a casa de Itachi. Llevaba el pelo recogido con unos mechones de adelante sueltos y un vestido largo negro.

Al rato mi padre entro a mi cuarto para ir hacia allí. Mikoto abrió la puerta saludando me con una gran sonrisa. Entramos al salón y ahí estaba Itachi con un traje negro, se veía muy pero que muy guapo. A su lado estaba Sasuke que al verme se lanzo sobre mi.

-Umi nee-san.- Grito Sasuke emocionado.

-Que mayor estás Sasuke.- Le abrace.- Y que guapo.- Este se sonrojo con esto último.

Me levanté para divisar a Fugaku quién me miraba con una cara sería. Odiaba a ese señor, me recordaba a mi padre.

La cena fue algo peculiar por así decirlo. Fugaku no paraba de hacerme preguntas y mi padre y el se reían de chistes machistas. Hice lo imposible por contenerme y no decir nada, ellos me estaban hartando. Cuando terminamos de cenar Fugaku habló.

-Itachi porque no vais Umiko y tú a tu cuarto, para conversar en privado y poder conoceros mejor.

-"Pero que cojones."- Pensé.

Itachi asintió y me agarro de la mano para subir a su cuarto. Al llegar deje salir un suspiro de alivio, por fin un poco de paz.

-Hoy estás muy bonita.- Me dijo Itachi haciendo que lo mirará.

-Gracias Itachi, tú también.- Este sonrió y se acerco a mí hasta estar a unos milimetros de mi cara.

Itachi poso su mano en mi mejilla y se acerco a mí para besarme. El era mi mejor amigo, le tenía mucho cariño y aprecio pero no sabía si me gustaba. Sentí su respiración rozar mis labios y pensé en el hecho de que dentro de unos años tendría que casarme con el. Cuanto antes me acostumbrará mejor ¿no?.

Deje que todo fluyera. Sus labios encontraron los mios y se unieron en uno solo. El beso era cálido y suave. El comenzó a moverlos lentamente mientras colocaba su mano libre en mi cintura. Yo pose mis manos sobre su pecho y comencé a mover mis labios también. Se sentía bien pero no tan bien como pensaba que se sentiría. Estaba claro, yo no tenía sentimientos románticos hacia el y supongo que eso es lo que hacía que no se sentiría como esperaba.
El beso seguía lento, Itachi comenzó a moverme hacia la cama sin dejar de besarme y me coloco suavemente sobre ella, posicionándose encima de mi. Su mano acariciaba mi cintura y poco a poco comenzó a subir hasta mi pecho. Me agobie ante esta sensación y lo pare.

-Itachi, yo no.-

-Esta bien, yo tampoco quiero hacer esto.- Dijo el, nos sentíamos igual.- Mi padre me dijo que lo hiciera.

Los dos nos miramos tristes al saber que tendríamos que casarnos en un futuro.

Estuvimos hablando como buenos amigos que éramos e intentamos hacer que el tiempo pasará lo más rápido posible. Rato después Fugaku nos llamó para que bajáramos y por fin nos despedimos.

Yo no quise ir a casa así que me fui hacia casa de Shisui. Esto claramente no le importaba a mi padre.
Salte a la ventana de su cuarto y la abrí. El estaba tumbado en la cama y se sorprendió un poco al verme.

-Wow, Umiko estás preciosa.- Dijo cuando vio como iba vestida.

-Puedo quedarme esta noche aquí.- No quería tener que lidiar con mi padre, a parte de que Shisui y yo éramos lo suficientemente cercanos como para yo dormir en su casa.

-Claro, ¿Que ha pasado?.

Shisui me dejó una camiseta suya y unos shorts para poder estar cómoda. Después le conté sobre lo ocurrido.

-Entonces os besasteis.- Dijo el algo serio.

-Ese no es el punto Shisui.

-Lo se, siento que haya tenido que pasar eso.

-No es tu culpa, es la de Fugaku y mi padre.

Shisui vio mi expresión triste y decidió dejar el tema a un lado.

-Ven aquí.- Palmeo un lado de su cama para que yo me sentara.

Me acerqué a Shisui quién estaba con los brazos abiertos para darme un gran abrazo. Me encantaban sus abrazos, eran cálidos y reconfortantes.

-Gracias Shisui, por todo.- Estaba muy agradecida con el por haberme ayudado en tantas ocasiones.

-No las des Umi.

-"¿Umi?, eso de verdad suena lindo de la boca de Shisui."

Shisui se recostó en la cama y yo apoye mi cabeza en su pecho. Este me rodeo con sus brazos. Podía escuchar el latido de su corazón, era bastante rápido pero después comenzó a ir más lento. Me sentía segura en los brazos de Shisui, segura y feliz. Esa noche fue una de las primeras noches que no había tenido pesadillas en mucho tiempo y que por fin pude dormir bien.