Un amor prohibido (Shisui Uchiha x Umiko Uchiha)

Como todo comenzó.

Mi nombre es Umiko Uchiha, hoy es mi primer día de escuela como Genin. El año pasado mis compañeros y yo nos graduamos, la verdad me alegraba mucho la idea ya que significaba que me colocarían en grupos, me asignarían un nuevo sensei y podría empezar a hacer misiones. De verdad espero que me toque unos buenos compañeros porque algunos de mi clase me trataban muy mal por el simple hecho de ser Uchiha, supongo que es envidia. No tengo muchos amigos si se puede decir así, pero me llevo muy bien con una chica de mi clan, ella se llama Izumi y es muy agradable. También conozco a Itachi Uchiha ya que al ser unos niños prodigio portadores de sharingan nuestros padres nos arreglaron un matrimonia para nuestra mayoría de edad. Esto hizo que me tocará pasar tiempo con el de vez en cuando. No me agradaba la idea pero debo decir que Itachi era un chico muy amable y lindo, de verdad me gustaba pasar tiempo con el así que no me desagradaba del todo por asi decirlo.

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Me prepare y como era de costumbre llegaba tarde.

-Mierda llego tarde.- Dije mirando el reloj de la pared de mi casa.- Mierda, mierda, mierda.- Maldeci mientras me colocaba las zapatillas.

Corrí hacia la escuela hasta que me pare a mitad de camino agotada. Odiaba correr lo cual es algo absurdo ya que soy una ninja, pero no podía hacer nada al respecto, era una persona bastante vaga. Además, amo ir con calma a los sitios, pasear tranquilamente observando el lugar, a la gente, los árboles...
Me distraje observando todo a mi alrededor y choque con alguien. Era un niño y al ver su cabellera rubia supe quien era.

-Gomen Naruto no te vi- Dije ayudándole a levantarse del suelo.

-Umi-chan ten más cuidado.- Dijo mientras hacía puchero y se agarraba de la cabecita.

-Gomen, Gomen.- Dije mientras hacía un gesto de perdón con las manos.- ¿Ta has hecho daño?.

-Un poco.- Dijo señalando su cabecita.

Me acerqué hasta el y le plante un beso en donde se hizo daño.

-Este beso es un beso curativo, te quitará el dolor al instante.- Este se sonrojo por mi acto y sonrió ampliamente.

Recordé que llegaba tarde a la escuela y me despedí de Naruto revolviendo le un poco el pelo.

Conocí a Naruto hace ya unos años. Lo encontré sentado al lado de Ichiraku Ramen mientras llovía, sabía que la gente no se solía acercar a él porque tenía al zorro de nueve colas sellado en su interior pero a mí no me importaba, era solo un niño. Estaba helado y hambriento, desde ahí Naruto se convirtió en un hermano pequeño para mí, lo quería más que a nada, el era mi razón para seguir y convertirme en una ninja muy fuerte.

Llegue casi 20 minutos tarde, me pare en frente de la puerta mirando el reloj con una cara apenada. Odiaba llegar tarde a clase, sobre todo porque la gente se te quedaba viendo.

-Agh, pues empiezo bien el día.- Dije para después abrir lentamente la puerta.

-Umiko llegas tarde.- Dijo el sensei.

-"no jodas, no me había dado cuenta".- Pensé.

-Gomen.- Dije rodando los ojos. De verdad que me sacaba de quicio ese sensei.

-Sal y entra otra vez, pero esta vez tocas y dices buenos días, no seas maleducada.

-"Pero este que se cree, ni que fuera mi padre"- Pensé molesta.

Resople para salir y hacer lo que el sensei me dijo.

-Buenos días sensei, ¿que tal su día?.- Dije sonriendo falsamente y con un sarcasmo que cualquiera notaría.- Clase- Dije en forma de saludo moviendo mi cabeza hacia arriba.