Capítulo 7: Adaptándose

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La mirada que Mu Qing me había dado significaba que sabía todo lo que las túnicas interiores inútilmente trataban de ocultar, con una sonrisa nerviosa evadí sus silenciosas interrogantes y nos concentramos en salir de las cámaras nupciales en completo silencio. Conozco a Mu Qing desde que éramos pequeños y se perfectamente que estaba muy enojado y fastidiado con la situación en la que nos encontramos ahora. Estar en un territorio que no es el nuestro y ahora tener que ver la cara de su enemigo lo debían de tener crispado.

—Su Alteza, —Una voz a nuestras espaldas detuvo nuestro camino hacia los aposentos de la Primera Esposa. Cuando lo vimos sonreí un poco. En secreto, aliviado.

—Soldado San Lang. ¿Cómo se encuentra?—El joven San Lang tenía la cabeza un poco inclinada mostrando su cordialidad y respeto ante la Esposa Principal de su General. Llevaba ropas rojas sencillas y tenía un sable de color negro y plata ajustado en su cintura. No llevaba una gran armadura como el resto, note.

—Me encuentro perfectamente, Su Alteza. Gracias por preguntar. Chengzhu me ha indicado que seré su guardián asignado para usted por el tiempo que usted desee. Espero poder desempeñarme de manera correcta para usted. —Asistí con la cabeza y luego sonreí de la manera más cordial que pude.

—Nos podrías indicar el camino hacia mis aposentos San Lang. —El joven asistió y se nos adelantó para liderar el camino. Mu Qing se había mantenido callado en todo el transcurso, manteniendo ojos críticos hacia el joven vestido de rojo. San Lang lanzaba comentarios de vez en cuando. Por lo menos ahora sé que en el antiguo pabellón en el que salí era el pabellón de banquetes de alta importancia y las habitaciones allí son generalmente por la realeza de Yong'An. Atravesamos el camino de pastos y puentes de manera ricamente decorados y luego llegamos a una mansión entre roja y dorada. Era de tres pisos delanteros y disminuye en los laterales.

—Esta es la casa de la Esposa Principal. Se le conoce como la Mansión de las Flores Rojas. Este lugar no es tan grande ya que a Chengzhu le gustan las cosas cómodas y sencillas. Espera que a Su Alteza no le moleste este pequeño complejo. Si usted lo desea se pueden agregar unos cuantos pabellones y agrandar el patio delantero y lateral. —San Lang me habló de manera seria y viéndome a los ojos. Yo solo reí de manera nerviosa. En realidad no esperaba esto. Por la reputación de Hua Cheng tanto Feng Xin como Mu Qing esperaban una gran afluencia de conjuntos de mansiones en su territorio. Pero para lo que Hua Cheng considera pequeño y al alcance...

—Dígale a Chengzhu que no me molesta y en vez, me gusta. —San Lang asistió de nueva cuenta y juntos entramos a mi nueva residencia.

—Como ya dije esta área le pertenece a la Esposa Principal. Comenzado desde la entrada hasta el patio trasero. De allí más al fondo donde comienza el estanque de peces dorados se encuentran las residencias de las concubinas de Chengzhu. Su Alteza, como La Esposa Principal está al mando de toda la Mansión de las Flores Rojas. Chengzhu mencionó que si usted nota algún comportamiento extraño o que no sea prudente entre las concubinas. Reportarlo de inmediato. Más si es algo contra usted. —La voz de San Lang se detuvo abruptamente. A mi lado Mu Qing dejó salir un sonido incrédulo.

—¿Insinúas que unas simples concubinas intentan ir contra la vida de Su Alteza?—La voz de Mu Qing salió dura. Su postura firme y mirada helada que era capaz de helar un río entero por alguna extraña razón no afectó a San Lang. Incluso yo retrocedí por esa mirada. Piensa Xie Lian con nerviosismo.

—Ya ha pasado antes. Es común que entre concubinas traten de llamar la atención de Chengzhu, algunas no aceptan el favoritismo y por ello se tratan de eliminar entre ellas. Chengzhu tomará medidas para que Su Alteza no tenga que pasar ningún percance.

—Entonces tu Chengzhu no mantiene un control sobre sus putas de turno. Perfecto, pero dile que no son necesarias sus tontas medidas. Si las concubinas ya han muerto por ellas mismas no sirve de nada su protección. Con Feng Xin y yo es más que suficiente. —Mu Qing soltó con enojo, mordí mis labios tratando de no decir que ahora yo soy parte de esas putas de turno.

Lluvia Carmesí Que Busca La Flor ✿[HuaLian]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora