Capítulo 23: Lagrimas Amargas

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— ¡Mu Qing! ¡Feng Xin!

Xie Lian trato de moverse, pero se dio cuenta que su cuerpo no le respondía e incluso estaba suspendido en el aire vacío. Solo fue un espectador más, viendo ahora claramente como sus dos amigos estaban discutiendo y una tercera voz habló.

—Esta daga es un mata demonios. Fue hecha por la sangre de demonios celestiales. Como deben saber, los demonios sólo pueden ser destruidos por sus mismas especies. Así que lo de ahora es para ustedes. —El Guoshi de XianLe les entregó una daga plateada a Mu Qing quien asistió. —Si Su Alteza, Xie Lian actúa de manera diferente a lo habitual y su comportamiento deja de ser el mismo. Deben matarlo con esta daga. —La voz del GuoShi Principal era tan fría como el acero. Xie Lian lloró lágrimas amargas negándose a crecer tan les cosas.

Era mentira.

Era una vil mentira para que sucumbiera al mal.

¡Él no lo permitiría!

Jun Wu vio esto y río feliz, con una de sus manos sujetó la barbilla de Xie Lian y lo obligó a ver los diferentes escenarios donde los tres, ellos, sus amigos, sus hermanos hablan a sus espaldas, vigilando sus movimientos. Incluso su propio padre lo alejaba, creyendo que él no era su hijo.

—Él lo sabía, sabía que no eras su hijo y por ellos te dejó. Porque te forzó a casi morir al estar al frente de la línea de batalla. Él quería tu muerte. —Sin la máscara, Xie Lian sabía que Jun Wu era feliz, feliz de ver cómo todos habían conspirado contra suya, buscando su muerte. —Incluso ese demonio, Hua Cheng lo sabía. Te ató a su lado para vigilarlo y matarte en la menor oportunidad. Sabe que eres una amenaza, ellos no te desean vivo Xie Lian, y aún así ¿Los proteges?

Xie Lian negó con la cabeza, su cuerpo lleno de dolor y ardor. Sus lágrimas bajaban sin control en su rostro sangriento y la tela de seda en su cuello lo apretó tanto, que se sentía marcador. Se sentía vacío.

No es cierto.

No es cierto.

¡NO ES CIERTO!

—No...

— ¿No? ¿Piensas que ese demonio no te engaña? Hijo mío, como tu padre te estoy dando una lección, jamás confíes en cortos humanos que no sean tu padre, yo. Todos quieren tu carne bendita y tu sangre sagrada. Ellos son sucios y rastreros. Ellos no merecen de tu calor Xie Lian. —Tomando ese rostro con sus manos, Jun Wu se complació al no encontrar resistencia. Esos ojos grises ahora sin vida alguna, la leve respiración le dio atender que seguía vivo, pero estaba a punto de dejar su humanidad y sucumbir ante el mundo demoníaco, solo necesitaba el último empujón. —Mira A-Lian, él siempre lo planeó, siempre quiso destruirte, porque sabe que te adoro, y que me destruiría a mí si algo te pasa.

El lugar cambió, esta vez era a una habitación oscura donde estaba Hua Cheng sentado de manera reclinada en un diván, a su lado estaba He Xuan recibiendo órdenes.

—No dejes a nadie vivo, trae al Príncipe Heredero de XianLe ante mí, quiero romper ese espíritu noble que tiene y demostrarle que lo debe meterse en los juegos de adultos. —La sonrisa de Hua Cheng fue escalofriante. Xie Lian no lo reconoció, no vio rastros de su San Lang en ningún lado. Su corazón se rompió.

— ¿Todavía vivo?

—No, rompe sus piernas para que no se mueva, corta su lengua para no escuchar su voz.

—Como órdenes. —He Xuan se retiró, ahora solo dejando a Hua Cheng jugando con dos dados.

Xie Lian lloró, sin poder gritar por el horror, la tela blanca lo apretó tanto que perdió la visión y su respiración se hizo más dificultosa.

Lluvia Carmesí Que Busca La Flor ✿[HuaLian]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora