Capítulo 3: Un Anuncio Inesperado

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Tanto el Emperador como la Emperatriz estaban habían estado al tanto de la salud y recuperación de su adorado hijo, más la Emperatriz que tenía una gran debilidad por Xie Lian quien secretamente le gustaba ser mimado por su amorosa madre a sabiendas que cuando asumiera el trono los pequeños toques irían en disminución.

Así que muy temprano la Emperatriz visitó los aposentos reales de su hijo y con una sonrisa bondadosa le pidió que la acompañara a caminar un rato, Xie Lian no declinó y con ayuda de Mu Qing se puso ropas ligeras y acompañó a su madre a su Palacio personal.

Ahora, en el patio trasero del palacio privado de la Emperatriz, ambos tomaban una delicada taza de té mientras observaban la caída de las hojas de cerezo.

—Cariño, sabes que no se mucho de los asuntos de política y territorio, pero... ¿Es tan grave la pérdida del Monte Tong'Lu y veinte mil Li de tierra fronteriza? —La Emperatriz vestida de ropajes ligeros de color melocotón y bordado de oro, que combinaban con el cálido ambiente otoñal, seguía un poco confundía por ese tema. Había visto a su Señor Esposo encerrarse con Xie Lian por mucho tiempo en su despacho y temía por la cordura de su hijo, ya que cuando de esas cosas trataban; padre e hijo se encontraban y tendían a tener opinión diferente.

Xie Lian miró el interés que amada madre trataba de proyectar en sí misma y entendió la razón por sacar ese tema, así que suspirando dijo: —Lo es, es una gran falta en realidad. Comprendo el enojo de Su Majestad, pero Madre no debe preocuparse, este hijo logrará recuperarlo a cualquier precio —La Emperatriz sonrió, su rostro hermoso sin una pizca de vejez saludo en una brillante expresión.

—Eso espero, sabes cómo se pone tu padre con los asuntos reales y yo no puedo conversar con él sobre ellos, soy ignorante a esas cosas. —Ella tomó unos pequeños dulces que había en la mesa, hechos por el sirviente personal de su hijo, quien sabía lo que hacía ya que eran extremadamente deliciosos.

—Madre no es ignorante, es mejor que ella no sepa de estos asuntos para evitar que se preocupe de más, así que es mejor que madre se ocupe de los asuntos internos y externos de Palacio Real y su pueblo. —Xie Lian dijo con voz suave, nunca le gusto en cómo a veces su madre se despreciaba a sí misma por no haber sido versada en la política como es común en princesas e incluso se avergonzaba de que otros supieran sus humildes orígenes. Tanto como el Emperador como a Xie Lian estaban orgullosos de ella y la amaban, quien se atreviera a hablar mal de ella, ellos mismos se encargaron de quien dijo tal cosa.

—Bueno, dejando eso de lado me gustaría conversar...

―¡Lamento la interrupción! Pero el Emperador busca a Su Alteza el Príncipe Heredero y su Majestad la Emperatriz en el gran salón. —Mu Qing que estaba cerca de las puertas fue el que dio el anuncio, se mantuvo con una expresión solemne mientras miraba el suelo ante la presencia de la Emperatriz quien asistió y se levantó.

—Vamos. Gracias pequeño —Ella con ternura le dio una palmaditas en la cabeza a Mu Qing quien se esforzó en no dejar salir un sonrojo de su cara pero sabe que fallo cuando Xie Lian le dedicó una sonrisita.

Los tres caminaron en silencio, Xie Lian dejó que su madre avanzara y se puso al mismo ritmo de Mu Qing quien siempre permaneció diez pasos atrás.

―¿Sabes la razón por la que el Emperador nos llama? —El susurro solo fue escuchado por el destinatario quien negó.

—Lo lamento, lo único que sé es que el mensajero llegó corriendo y pidió una audiencia de emergencia, luego de un tiempo el Emperador llamó por mí y transmitió el mensaje de reunirlos. —Xie Lian asistió y luego se torció el cuello confundido. La mayoría de sus heridas ya habían estado curadas y no necesitaba vendajes para cubrir.

Lluvia Carmesí Que Busca La Flor ✿[HuaLian]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora