CAPÍTULO 1 EL INICIO

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Empezaré por el principio. Yo siempre he sido una niña con sobrepeso, por las tardes estaba sola en casa así que me daba atracones de dulce todos los días. Esa era una de las causas de este sobrepeso. Muchas veces me pregunto por qué mi madre nunca hizo nada para evitarlo. Supongo, que ella no sabía que ese era el principio de mi peor pesadilla, durante probablemente el resto de mi vida.

Había desarrollado una adicción por la comida en grandes cantidades, y cuanto menos sana fuera mejor. Los atracones calmaban mi tristeza, mi soledad y por un momento todos los problemas que habían a mi alrededor desaparecían. Sé que estarás pensando que una niña de ocho años no puede tener problemas, pero mi realidad era un poco diferente a la del resto de niños de mi clase.

Mi padre murió de cáncer cuando yo tenía 5 años, a partir de entonces pasé a vivir sola con mi madre y descubrí algo que hasta entonces había ignorado. Mi madre era alcohólica, bebía todos los días, prácticamente todos los días se quedaba dormida en el suelo porque yo era incapaz de levantarla, nunca entendía lo que me decía cuando hablaba y lo peor es que no tenía ningún adulto al que recurrir cuando me pasaba algo. Ahora yo era el adulto, intentaba limpiar, recoger las botellas, que mi madre no se cayese al suelo y que no saliera cuando estaba en mal estado, aunque esto último la mayoría de las veces no podía evitarlo.

Me sentía muy triste y muy sola, la comida era lo único que me hacía sentir acompañada y a salvo.

En cuanto a los estudios nunca tuve problemas, no solía suspender nada, de vez en cuando sacaba bastantes buenas notas, me gustaba, me hacía sentir orgullosa de mi misma y eso rara vez pasaba. Al llegar a secundaria tanto los chicos como las chicas me hacían bullying y me dejaban de lado por mi sobrepeso, pesaba 96 Kg y solo iba a segundo o tercero de la ESO. Odiaba estar sola y que la gente se riera de mí, pero intentaba llevarlo lo mejor posible. Durante estos años intenté ponerme a dieta, quería ser como el resto de chicas de mi instituto; guapas, esbeltas, con la piel perfecta y con ropa ajustada que les quedaba de maravilla. Durante estas dietas, solo conseguí bajar diez kilos con una llamada " Dieta Dukan" consistía en comer solo a base de proteína durante una o dos semanas y luego ir incorporando poco a poco los vegetales, a la cuarta semana o así, ya podías ir intentado introducir los alimentos normales en tu día a día pero muy poco a poco. La verdad fue un gran avance pero no fue suficiente. A parte de que recuperé algunos de los kilos que había conseguido bajar con esa dieta.

El año que finalicé primero de Bachiller, fué el año que cambió mi vida radicalmente. Recuerdo que ya en Junio cuando faltaba una semana para que finalizara el curso, un sábado por la mañana empecé a llorar, me miraba al espejo y me daba asco, no podía seguir así. Decidí por mi cuenta no tomar más nada de dulces, ni pan, tampoco iba a comer arroz y reducí la ingesta de pasta a solo una comida a la semana. De hecho recuerdo que los martes era el día en que comía ensalada de pasta. Nada más, eso era todo lo que me permitía. Dejé de desayunar leche, ahora tomaba una taza de café solo, o incluso una taza llena de agua, para que pareciera que estaba bebiendo algo de desayuno, cuando en realidad no era así. También eliminé el almuerzo y la merienda de las cinco comidas al día, así que solo hacía tres, una de ellas era el desayuno que era de mentira, llenaba la taza de agua para que mi madre pensará que estaba tomándome una taza de leche.

En fin, ese verano fue precioso y horrible a la vez, uno de los más felices que puedo recordar hasta ahora, pero también supuso el inicio de una de las peores etapas de mi vida.

HISTORIA DE UN TCADonde viven las historias. Descúbrelo ahora