Tan Solo un segundo ( Aurora y Valentino) ✔️✔️

6. El amor

Antes de leer: A partir de aquí cada capítulo tendrá spoiler de Entre cada latido, tú, por si no has leído la historia pero planeas leerlo. También quiero recordar que eso no es una historia en sí, son extras de una parejita que muchas querían saber cómo se fue formando. Sin nada más que decir, adelante.

......

Aurora

—Yo lo sabía mamá, pero bueno, Ashley me lo confesó como un secreto, así que no podía romperlo. Lo siento.

Siempre he confiado más en mis hijas de los que incluso puedo confiar en mí misma. Durante toda mi vida le he dado la plena confianza para que jamás teman contarme nada, por esa razón tanto Ashley como Carolina jamás se han atrevido a engañarme u ocultarme cualquier cosa que estuviera sucediendo a su alrededor... o eso pensaba.

Recuerdo que hace muy poco había dicho que con lo bella que es mi hija Ashley, era seguro que ya debía tener un par de muchachos rodeándola, pero también dije que no creía que ella estuviera interesada en alguno porque su único interés era el futbol. Con sorpresa digo que me he equivocado terriblemente.

Cuando regresé del crucero, al menos dos días después, una vecina se acercó a mí para decirme que estaba segura de haber visto a mi hija menor entrando en la casa de enfrente, donde hacía poco se mudó un jovencito de al menos cinco años mayor que mi hija. No le creí, asegurándole que debía estar equivocada, aunque ella insistió diciéndome que podía asegurar que no, que no hay ninguna niña parecida a mi hija en el barrio, de todas maneras seguí sin creer porque no creía a mi Ashley capaz de estar metiéndose en la casa de un hombre solo y desconocido, así que no la interrogué ni nada, quedándome con mi instinto de madre que confía en su bebé más que en nadie en todo el mundo.

Me equivoqué.

No solo lo que dijo mi vecina era verdad, sino que el jovencito y mi hija tenían una relación, lo que al saberlo por un momento me llegué a considerar la peor madre del mundo. No vi las señales. No creí nada hasta que se me estrelló en la cara como una roca.

Ese día Ashley me dijo que no volvería a almorzar en casa porque comería con Carolina. No desconfié porque creí que mi hija no me mentiría, y pues es algo que hacen regularmente. Tienen una estupenda relación de hermanas, pero mi niña pequeña me mintió porque en realidad estaba con él.

Pero no estoy enojada con mi hija, aunque debería estarlo y quizás también castigarla, porque me mintió y ocultó cosas que debería haber sabido, otro poco conmigo porque mi deber como madre era haberme dado cuenta de lo que estaba pasando frente a mis narices, a diferencia de eso estaba rompiéndome a pedazos porque, ¿qué puede haber más duro para una madre que ver a un pedazo de su alma sufrir?

Llevo meses escuchando a mi hija llorar noches enteras, gritando un solo nombre como un alma desgarrándose, Kendrew.

Mi corazón está en llamas desde la noche que mi hija se desmayó en mis brazos, luego de haber golpeado la puerta del chico al cual le entregó su corazón hasta que hizo sangrar sus manos y sus pies, y perder la voz, porque se había marchado.

Claro que, le dejó una carta donde le prometió que regresaría, aunque eso no le sirvió de consuelo.

Y esa es una de esas noches.

Con las lágrimas escapándose a través de las esquinas de mis ojos recargo la cabeza sobre su puerta mientras al otro lodo escucho el alma de mi hija destruyéndose, escucho como grita su nombre de la misma manera que ha estado haciéndolo durante los últimos cinco meses, sin parar, hasta que el llanto no es único que escucho al otro lado.

Con el corazón en la garganta giro la perilla de la puerta e ingreso en su habitación.

Y sí es que aún queda algo con todo lo que se ha roto durante los últimos meses, mi corazón se desgarra un ápice más cuando tengo que correr a sostener a mi hija que había comenzado a arañar, y destrozar cosas, causando un caos casi tan grande como el que debe estar sintiendo dentro de sí, mientras su garganta se rompe con gritos escalofriantes. Me cuesta un poco detenerla. Tiene mucha fuerza a pesar de haber adelgazado varios kilos durante los últimos meses, pues apenas he podido conseguir que coma, pero consigo hacer que pare.