Eternally yours | Loki Laufeyson

Capítulo 9

La mano de Loki descansaba sobre la cintura de Anne, involutariamente él también se había quedado dormido, a pesar de que había prometido velar por ella, por si necesitara más de su afecto. Pero era tal el cansancio, la comodidad, y el aroma que ella desprendía, que se vió envuelto en un sueño abrazador. Respiraba tranquilo, mientras ella comenzaba a despertar, y al sentir cómo Anne se movía, él también lo hizo. 

Se anunciaban las once de la mañana, o eso marcaba el reloj que Loki tenía en su habitación, le pareció que habían dormido muchísimo, y Anne temió moverse y que todo el cuerpo le duela, por la incómoda posición. Más cuando se levantó, notó que jamás había dormido tan cómoda.

─Buen día merveilleuse ─ habló él, con voz ronca, estiró los brazos por encima de ella, Anne guardó cada momento en su memoria, quería concervarlo todo lo que pudiera. 

Momentos después estaban en la cocina común, dispuestos a desayunar juntos. 

─Me pregunto que opinaría Stark de esto ─ dijo Loki mientras le tendía a Anne una taza de café, bebida que ella le había hecho probar y que ahora lo fascinaba. 

─Stark no se enterará porque a esta hora ya está en su laboratorio. 

Wanda ingresó a la cocina junto con el hermano del chico, y le dedicó a Anne una mirada delatora.

─Hermano, señorita Stark ─ saludó Thor. 

Cuando Loki colocó el azucar en la taza de Anne Thor pareció tener taquicardia. Pero momentos después soltó una sonrisa extraña y abandonó la cocina. Anne se sentó en la mesa donde nos encontrábamos, con los pies colgando, cosa que ya era costumbre. 

─Tú te despertaste a mitad de la noche y viniste a mi habitación, hablamos durante horas y luego dormiste allí. ─ dijo Wanda mientras fingía estar colocandole azucar a su taza, Anne la miró con el ceño fruncido, pero luego Tony Stark ingresó en la habitación y todo tuvo más sentido. 

─La lluvia no me deja hacer nada. ─ comentó quejumbroso. ─ ¡Tu, cuernitos! Cuatro pasos más alejado de mi hija ─ comentó mientras tomaba algo de la heladera. ─ Wanda me dijo que habías dormido con ella anoche, Anne. ¿Todo bien? ─ ella asintió, y miró a Wanda con agradecimiento por haberle cubierto la espalda. 

───

Una vez solos en la cocina nuevamente, Loki se abrió espacio frente a Anne, sosteniendo ambas tazas juntas, la miró a los ojos y sonrió.

Su sola existencia es hermosa.

─¿Qué? ─ preguntó ella

─Tienes espuma en el labio ─ respondió él, fingiendo que no le estaba saltando terriblemente el corazón de solo verla a su lado. 

───

La lluvia era una buena excusa para pasar todo el día juntos, y fue lo que hicieron, esta vez sin ninguna interrupción. Loki le había contado sobre las bromas que le hacía a Thor de niño y algunas otras cosas de Asgard, para que Anne fingiera que había estado investigando realmente. Luego se había acostado, apoyando su cabeza sobre las piernas de ella, en su pijama suave. Había tomado uno de los poemarios que Anne conservaba sin leer y destacaba los más románticos en voz alta. Nadie había hablado del beso que ambos se habían dado, pero no parecía hacer falta, porque la situación era increíblemente cómoda entre ellos. Anne acariciaba los cabellos de él, y en cierto punto comenzó a trenzarlo.

─Dime que luego las puedes quitar... no es que no sean bellas, pero no creo que vayan con el estilo victoriano que estamos buscando ─ dijo desviando la mirada hacia ella. El simple pensamiento del ángulo en que él la estaba viendo la incomodó, sabía que no era el mejor.