Capítulo 27

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Era muy diferente a estar en la torre Stark, el tiempo era eterno, totalmente de ellos. Al momento de llegar a Asgard se habían olvidado de todo tipo de peligro, estaban en su mejor momento, apartados de todos, a punto de iniciar su vida en su propio hogar. Estaban en casa, no había mejor definición que esa. Lo tenían todo.

Loki se encontraba colocando, como podía, en la enorme biblioteca, algunos de los libros que Anne había traído consigo, mientras ella ponía música y bailaba dándo vueltas y sonriendo por toda la casa, dejando diferentes cosas por todos lados, Loki la había visto dejar desde velas hasta una pequeña alfombra en la puerta, no entendía dónde había traído tantas cosas, y entendió el por qué de todas sus maletas.

Se veía tan hermosa, tan radiante. Él era afortunado de presenciar momentos así de ella.

Le había costado mucho tiempo creer realmente que ella confiaba en él, estaba acostumbrado a que la gente se acercara a él por pura conveniencia, o simplemente por un tiempo, y que luego se marcharan de su vida. Pero no con su An, su An se había quedado incluso cuando él no la quería cerca, incluso cuando no estaba seguro de ser bueno para ella. Ahora tampoco lo sabía, pero su compañía se sentía tan correcta que no tenía siquiera tiempo para cuestionárselo.

Pero Anne no se sentía menos afortunada que él. Loki era todo lo que ella había deseado, incluso más. Había aprendido a ignorar los comentarios y las miradas que les dedicaban por las calles, o incluso en su propio círculo de amigos, y había aceptado, después de un tiempo a su lado, que le amaba con locura. Que él, su Loki, era lo mejor que le había pasado en demasiado tiempo, quizás en su vida entera. Había decidido y decretado que con él quería pasar cada momento de su vida, y que no se limitaría a pensar en lo que los demás creyeran de él. Ella lo amaba, y punto.

Quería recorrer Asgard, pero cada vez que se lo proponía a su novio, él evitaba responderle, mientras le daba un beso, o le decía algo seductor que acababa en ellos dos haciendo el amor. Cuando terminó de vaciar sus maletas, volvió a intentarlo.

─¿Finalmente me responderás, o intentarás hacer el amor conmigo otra vez? ─ le preguntó mientras se deslizaba por el marco de la puerta sostenida de sus manos.

─¿Qué? ─ preguntó él, lo tomaba por sorpresa, giró a verla.

Más hermosa que nunca. Su cabello estaba suelto y enredado, mojado pues recién había salido de la ducha hacía unos minutos, y llevaba una camisa celeste de él, con sus piernas al descubierto, y cada vez que dejaba la mirada en las piernas de su An sentía una debilidad absoluta por ella y por todo su cuerpo, recordó que le había hecho una pregunta a la chica, porque sino hubiera invertido horas mirándola.

─Si me llevarás a recorrer Asgard de tu mano ─ le dijo mientras lo acercaba del elástico de su pantalón, era la única prenda que él llevaba, iba con el torso al descubierto, ya que todas las veces que se habían colocado el resto de la ropa, solo pasaban unos cuantos minutos antes de que se las volvieran a quitar. Cosa que sabía que ocurriría, porque Anne subió sus manos hacia la cintura de él.

─¿Con mi camisa? ─ preguntó él, más que nada bromeando

─Pues si quieres me la quito ─ le insinuó ella.

─Nada me gustaría más en el mundo ─ dijo mientras suspiraba y le dedicaba una mirada de pies a cabeza, la acercó para besarla, y rápidamente ya se encontraban en la cama, él sobre ella, abriendo la camisa bruscamente, haciendo que un botón saltara y sonara al caer en el piso.

─Acabas de romper tu propia camisa ─ dijo ella, Loki no supo si fue en una risita o en un jadeo, pero sí supo que su voz fue ronca, y muy sensual.

Eternally yours | Loki LaufeysonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora