Mary Anne salva a todos.
(Única parte)
Miércoles
Mary Anne
Soy la integrante con menos estilo del club de las niñeras. Claudia es un icono de la moda, Kristy es la maestra del estilo casual, Carol es la genio del elegante pero sutil y Stacey es tan fina que es casi francesa. Por otro lado...
-¡Ponlo de moda! -me dije a misma viendo el espejo con los pulgares arriba. Luego tome mi mochila y me fui a la escuela.
Si. Diario salgo de casa luciendo como el niño más viejo del mundo o el anciano más joven. Y supongo que así actuó,
Ahora estaba con Mimi, la abuela de Claudia, tejiendo. Ella era muy amiga de mi madre, así que es agradable pasar tiempo con ella porque me cuenta muchas historias.
porque además del club, mi vida social incluye a una mujer de 83 años que me enseña el punto de costilla y trenza.
-Mira lo que conseguí. ¡Estambre exótico! -dijo Mimi emocionada.
-Oh, somos rebeldes. -le dije.
-Espera, ¿mi madre echó a un equipo de waterpolo de una piscina publica? -pregunte sorprendida mientras me servía una taza de té.
-Nunca un grupo de preparatorianos tendrá tanto miedo de una embarazada y una anciana. -respondió ella.
-¿No le dio miedo? -pregunte atemorizada.
-Tu madre decía lo que pensaba, sobre todo en nombre de aquellos que no podían defenderse solos. Eso la hacía una abogada brillante.
-Creo que no me parezco en nada a ella. -dije decepcionada.
-¿Por qué dices eso? -preguntó confundida.
-Hablar con gente que no conozco me revuelve el estómago. A veces también con gente que si conozco. Creo que soy mala para hablar.
-Tu madre no se volvió lo que era de un día para otro. -me respondió.
-Mary Anne, te estamos esperando arriba. -dijo Claudia bajando las escaleras.
-Oh, lo siento. -deje la taza sobre la pequeña mesa y me puse de pie-. Adiós, Mimi. -me despedí y subí al cuarto de Claudia para la reunión del club.
-Adiós.
El teléfono sonó y Stacey respondió.
-Hola, el club de las niñeras. -dijo ella.
Tengo una pesadilla recurrente. Estoy en el cuarto de Claudia, y un teléfono sin identificador de llamadas suena y...
-Quiere hablar contigo, Mary Anne. -me dijo Stacey extendiéndome el teléfono.
Esto no es un sueño. Esta pasando en realidad.
-¿Hola? -digo.
-¿Mary Anne Spier? -pregunta alguien del otro lado-. Soy Francine Delvecchio. Trabajo con tu papá y dice que eres una excelente niñera. ¿Podrías cuidar a mi Bailey un par de horas mañana a las cuatro? -preguntó la señora Delvecchio.
-Ah, yo no... -me puse muy nerviosa.
-¿No eres Mary Anne Spier? -preguntó.
-No, más bien si, puedo. -respondí, todas las chicas me miraron extrañadas.