Capítulo 2

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Pov, s Estrella.- 


-Juro que no soporto a esa Addison -gruñó Kelsey- odio tener las mismas clases con ella, es una odiosa que cree que sabe todo

-Kels, deja de hablar de Addison -bufé- ella y sus amigos están detrás de nosotras, recuerda que si Aren te escucha, olvídate de tu oportunidad con el

-Bien -suspiró- ¿qué tal tus clases?

-Supongo que bien, ya sabes, tarea y más tarea -suspiré

-Hola, Kelsey, y hola, la reina de mi corazón -saludó alguien


Me giré hacia un lado encontrándome con Carlo Klein, mi novio desde hace cinco meses atrás, llevaba una flor margarita en su mano su cabello era rubio oscuro y sus ojos miel, sonreí cuando me dio la flor.


-Muchas gracias, mi niño -besé su mejilla- me encanta

-No es nada solo lo mejor para mi reina -regresó mi novio

-Aww, son tan lindos -chilló Kels- yo quiero un novio que también me regale mis flores favoritas

-Estás no son mis flores favoritas, Kels, son las azafrán -recordé- pero aún así me gustan las margaritas

-Cierto, y ojala pudiera regalarle esas flores a mi reina, pero aquí no crecen, y su precio es muy alto, una sola flor cuesta 4.000 dólares, no vale la pena


Rasqué la parte trasera de mi cuello por la incomodidad que me causó ese comentario, Kelsey y Carlo empezaron a hablar de chismes mientras que yo me quedé centrada en mi ensalada roja, de pronto la alarma del altavoz empezó a sonar avisando que darían un mensaje.


-Se les solicita por favor venir a la dirección a los estudiantes Estrella Blomshed y Aren Miferson, repito, Estrella Blomshed y Aren Miferson, se les solicita en dirección, gracias -habló la secretaria


Murmullos empezaron a escucharse por parte de otros estudiantes, fruncí el ceño, miré atrás de mi y entonces mi mirada se encontró con la de Aren, que se veía un poco sorprendido, más no confundido, eso me hizo hacer otra mueca.


-¿Qué has hecho? -se interesó Carlo

-Nada, no me he metido en problemas -defendí- aunque es raro

-Si, ya sabes que Estrella es una monja -se burló Kels- aunque quien fuera tu, te hablaron junto a el papasote de Aren Miferson

-Que asco con ese idiota -bufé- en fin, tengo que ir a ver que pasa

-Bien, nos vemos en la salida, hoy iremos a comer -habló Carlo

-Adiós, preciosura -agregó Kels- me dices que te dijeron

-Adiós -me despedí


Me puse de pie, tomé mi bolso y empecé a caminar, pasé por un lado de Aren, llamando su atención, en ese momento él también se levantó y empezó a caminar atrás de mí en silencio. 

Salimos de la cafetería y fue entonces cuando el pelinegro me alcanzó y empezó a caminar al mismo paso que yo, lo miré de reojo, iba vistiendo una sudadera negra y jeans negros con una abertura en sus rodillas, su cabello estaba revuelto como siempre con ese aire alocado. Debía admitir que era atractivo, tal vez incluso más de lo que me hubiera gustado.

Perfecta tentación ☑️☑️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora