Narinder El Obispo De La Muerte- Cult Of The Lamb[PAUSADA]

capitulo 2

Había un gatito de pelaje negro paseando tan tranquilamente, siendo acompañado por un grupo de 3 niños, viendo los alrededores de la gran secta de la antigua fe.

Todos en aquella secta conocía a aquel gatito de orejas puntiagudas, y pelaje lizo, pero las razones variaban, todos lo conocían por una razón u otra...

Por un lado estaba los que conocían a este gatito de patitas con huellas rosaditas, por su carisma y la forma tan amigable y sociable de ser, o lo lindo que este era y apesar de su edad tan corta siempre quería ayudar a los demás, y su actitud orgullosa y optimista daba mucho de que hablar, simplemente un niño encantador.

Y estaba la otra gran mayoría y hablo más por los nuevos que lo conocía por su enfermedad mortal o del echo de que esté allá sobrevivido a la misma estos dos años.

Y otros por su padre, uno de los más fieles de shamura y asiendo que ese niño fuera conocido como "el hijo del mejor".

Por una u otra razón es por la que está mayoría de personas en aquella la secta lo conocia asta de lejos.

Pero nadie, absolutamente nadie, ni el grupo de niños con el que el hiba en estos momentos, o algún ser de aquella secta, se atrevían a decirle sobre aquella enfermadad que en esos momentos tal vez ya empezaba a matarlo por dentro.

No querían que esa sonrisa que siempre caracterísaba a aquel gato desapareciera y se volviera en agobio puro, por el echo de saber sobre lo que realmente padesia.

- ¡No encerio! ¡Fue super mega hiper triplemente increíble! ¡Pude acompañar a mi papá a su entrenamiento para misionero! ¡El será el mejor de todos los de este pueblo! ¡Ya verán! - decía sonrientemente y alegremente un perrito café con manchas blancas mientras caminaba y alzaba los brazos al aire.

Los otros 2 y narinder simplemente sorienron ante la anectoda de aquel perro.

4 niños que simplemente se divertían y la pasaban bien unos con otros, no se preocupaban por cosas de adultos, solo dormir, comer y jugar, y algunas pero muy pocas veces era el venerar.

- Lucas, creo que entre los cuatros sabemos que mi padre es el mejor misionero de todos - decía una panda roja, con orgullo mientras miraba con obviedad a el perro de nombre lucas, este hizo una cara de ofendido, aunque no lo estaba realmente, mientras el otro amigo, que este era un caballo, empezaba a reírse a escondidas, se hiba a armar una pelea.

- ya verás, mi padre le ganará a el tuyo - decia el perro mientras le sacaba la lengua a su compañera panda, está simplemente puso los los ojos en blanco (o también conocidos como ojos revueltos) - ¿Tu que piensas nari? ¿Cuál de nuestros padres es mejor? - el gatito de pelaje negro paro sus pasos, asiendo que los otros tres niños pararan igual y mirarán extrañados al gato de pelo lizo, el nombrado poso una mano en su mentón y parecia como si lo pensara, tal y como si fuera un problema matemático del cual no estudiaste.

- yo creo que los dos... ¡Si! Los dos son muy buenos - dijo aquel gato mientras daba saltitos de alegría.

El gato tomo impulso y comenzó a correr a toda velocidad, si así de nada comenzó a correr y a reír levemente - ¡El último que llegue a la gran estatua de nuestro líder es un huevo podrido! -

Los otros 3 amigos se voltearon a ver los unos a los otros para luego soltar unas risitas y seguir a toda velocidad a aquel gato de pelaje negro, que simplemente corría y gritaba, como cualquier niño normal, la tarde de aquella secta llena de telarañas era hermosa y no pareciera que nada o nadie pudiese quitarles ese lugar y momento.

O tal vez si....

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Aquella secta era grande en verdad, y todo el trabajo era cargado por una araña de género impredecible, su nombre hacia que muchos pensaran en aquel como una ella, aún que está nunca dijo si era un el o ella, todos simplemente le decían líder, este ser en forma de araña era muy cruel con los débiles, ¿pero adónde podrían ir? Era peligroso ir afuera de lo conocido, ya muchos le llamaban a aquellos lugares llenos de telarañas, " el nunca vuelves" una buena opción para un lugar donde si entras ya no regresas.

Solo podían depender de aquella secta y más específicamente de shamura, si querían vivir bajo un techo claro.

Allí en medio de toda aquella secta se encontraba nuestro michi. Siendo rodeado por mucha gente, todos miraban preocupados a aquel gato de orejas puntiagudas.

¿Porque?

Bueno..........

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El gato estaba detrás de unos arbustos, soltando pequeñas risitas,estaba jugando con sus amigos a las escondidas, tenía que bajar las orejitas para que no lo descubrieran ya que estás eran largas, asomó su cabeza un poco por arriba de los arbustos, pudo apreciar el momento preciso en el que su amiga se hiba a buscar a uno de ellos por otro lado un tanto lejos de la ubicación actual del gato.

Este agachado salió de los arbustos y comenzó a correr hacia el punto dónde ella había contado, tenía un punto fijo del cual no se hiba separar, su compañera en ese momento volteo para atrás, logrando apreciar el momento presiso en el que el gato estaba a mitad de camino de llegar a la zona donde ella contó, por lo cual comenzó a correr para intentar tocar a aquel gato.

En eso momento, el pecho del gato dió una punzada, luego otra tras otra, poco a poco el dolor de aquellas punzadas era más y más asta convertirse en una sensación que parecia mezclar el dolor que sientes al ser perforado por un cuchillo y el ardor que te da si está es mojada con alcohol.

Las piernas del gato en un momento dejaron de responderle, provocando que este cayera al suelo, la respiración del gato de pelaje negro se comenzaba a cortar, no podía respirar correctamente, no escuchaba, no podía ver, sentía un dolor que atacaba su pecho, para empezar a subir a su cabeza.

Su amiga fue la primera en asercarse, le preguntaba a el gato si este estaba bien, el mismo solo ladeó la cabeza de derecha a izquierda, dando una clara negación, la desesperación del gato hizo que los ojos del gato comenzaran a soltar lágrimas saladas, no sabía que le pasaba

¿Porque le pasaba esto? ¿Hiba a morir?

Preguntas que rondaban en la mente de aquel gato negro, sus orejas se agacharon y la colita entre las piernas, para el gato era una tortura, tenía miedo, mucho miedo, en segundos el lugar estaba lleno de gente, todos preocupados por la salud del gato.

Los padres de narinder supieron gracias a los vecinos la actual posición que tenía el gato, metiéndose en la bola de personas, empujando levemente a estás, para poder abrirse paso entre la multitud.

Al ver a su hijo de tan solo 5 años, allí en el suelo con problemas para respirar y siquiera moverse fue señal rapida para que el padre rápidamente cargará a el pequeño gato.

Corriendo entre aquella multitud, que empezaron a abrirse rápido para que aquel padre se llevará a aquel gato, otros seguían al mismo y le gritaban a los adeptos de asta delante para que abrieran paso.

Por otro lado, la madre simplemente se dejó caer al suelo y con lágrimas en los ojos lloraba sin consuelo.

¿Su pequeño narinder hiba a morir? ¿Ya no podría estar con el? ¿Este era el final para su pequeño?

........

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Hola hola asta aquí el capítulo de hoy :D fua! Dos días seguidos subiendo capitulos para ustedes!!!

Los dejaré con la intriga, esperen asta mañana para ver más de:

¡Narinder/ el obispo de la muerte!

1308 palabras