Fetiche | NOMIN (ADAPTACION)

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En cuanto sus ojos se acostumbraron a la oscuridad del lugar pudo vislumbrar gracias a la luz nocturna de la ventana una carreta con varias bandejas, suponía que era comida y sospechaba que Jeno no le diría nada si comía un poco ¿verdad?

Como un ninja bajó con cuidado de la cama, Jeno había tomado presa su almohada y eso le dió la ventaja de escapar de sus brazos, en cuanto sus pies descalzos tocaron el alfombrado suelo se encaminó de puntillas hasta la carreta que estaba al lado de la pequeña mesa redonda.

Se acercó lo más rápido que pudo y destapó la primera bandeja pero la cerró al instante cuando escuchó la voz ronca del vampiro.

— Cualquiera que te viera pensaría que eres un ladrón.

Jaemin se giró para ver al mayor quien ahora estaba sentado en la cama frotando sus ojos con su puño, la imagen en sí era sumamente adorable, sus cabellos despeinados y sus ojos cansados mientras bostezaba cuál gatito, solo que esa imagen adorable cambiaba cuando notabas que el vampiro aún estaba desnudo, con la sábana tapando de su cadera hacia abajo dejando ver su marcado pecho decorado con algunas marcas rojizas y moradas que hacían que Jaemin se pusiera rojo cuál tomate al recordar que él era el autor de esas marcas.

— Bueno, estoy seguro que nadie más que tú lograría verme. — contestó Jaemin mientras volvía su atención a las bandejas, había arroz, pollo, carne, ensaladas y ¿almejas?

— Si, tienes razón, no dejaría que nadie te viera así — fue entonces que Jaemin se percató de su desnudez, con un jadeó tomó la camisa del vampiro que se encontraba en el suelo y se la puso con rapidez alarmante. — mataste mi espectáculo.

— Já idiota já.

Comió en silencio antes de sentir a Jeno sentarse a un lado de él mientras tomaba una de las botellas del cuál el contenido Jaemin desconocía que era.

— Mhm... creo que les voy a tener que decir que dejen de mandar esto. — movió la botella de vidrio y la dejó dónde estaba para observar al humano.

— ¿Que es?

— Sangre.

Una «O» se formó en la boca del pelirrojo antes de seguir con su comida.

— ¿No es eso lo que tomas?

Jeno hizo una mueca antes de responder — No, ya no.

Ya no podía, no cuando ya había probado la sangre del humano.

— Bueno, entonces, ¿puedes comer comida normal?

El mayor bufó divertido antes de asentir.

— Entonces ven, come conmigo.

— ¿Puedo comerte a ti?

Jaemin pataleó mientras negaba rápido — Ya lo has hecho en estos... ¿cuánto ha pasado?

— Si mi instinto no me falla yo diría que con esta noche se cumplen los dos días.

— ¿Lo ves?

— Que te puedo decir — el mayor levantó los hombros con una sonrisa — soy adicto a tí.

Y ciertamente esa no era una oración que Jaemin hubiera esperado, volteó su vista al plato frente a él y puso su mano derecha en su mejilla para evitar que el vampiro pueda ver su sonrojo, y apretó sus labios para evitar la sonrisa boba que quería soltar.

No, estaba actuando demasiado idiota, él no era una de esas colegialas enamoradas chillonas.

— De todas formas estoy cansado.