Vive y Deja Volar

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Era una noche pacífica en la isla de Berk cuando una cueva fue tenuemente iluminada por la luz de unas antorchas. Un robusto y jóven vikingo conocido como Patapez era quien se encontraba atado a una silla como si fuese un interrogatorio.

-Dinos que es lo que sabes de dragones, muchacho.- dijo una voz misteriosa asustando un poco al chico.- Dinos cómo los entrenas.

-¡No voy a hablar!- gritó decidido no dejando mostrar su cobardía y tratando de librarse de sus ataduras.- No puedes obligarme.

-Oh, yo creo que sí podemos.- la voz le dijo con burla y en ese momento las antorchas comenzaron a apagarse de una en una hasta dejar la cueva en completa oscuridad nuevamente.

-¿Hola?- Patapez comenzó a asustarse e hiperventilar un poco.- ¿Hay alguien ahí?- preguntó otra vez volviendo a sentir pánico.- ¡Oh! Tú-¡Tú no puedes dejarme aquí!- estaba al borde de un ataque de pánico.

Y ahí fue cuando soltó toda la sopa.

-¡Ok, ok! Hicca es la líder de la Academia de Dragones y tiene un Furia Nocturna llamado Chimuelo, ambos vienen de un Nido bastante lejano y ella fue criada por los dragones. Y también tenemos a Astrid, ella es mala; pero de una buena forma. Su dragón es una Nadder Mortal, dispara espinas, ama el pollo... Je. Patán monta a una Pesadilla Monstruosa. No sabes quien es más monstruoso, si él o su dragón. Y finalmente tenemos a los gemelos. Ellos comparten un Cremallerus Espantosus. De hecho ellos se pelean por el dragón.- decía sin respirar por un segundo y fue interrumpido por Chimuelo, quien iluminó las antorchas a su lado revelando a su dragón Albóndiga junto a él con los jinetes frente suyo viéndolo con decepción y molestia.- ¿Qué? ¡Ustedes saben que yo odio la oscuridad!- se quejó.

-Debilucho.- comentó Chimuelo volviendo a colocarse a un lado de Hicca y siendo recibido con una caricia en su cabeza.

-Genial. Patapez. Más bien Gallinapez. Por Odin.- Brutacio dijo sintiendo vergüenza por el pobre muchacho.

-Patapez, no puedes rendirte. Alvin hará lo que sea para sacarte toda la información que necesita. Me tuvo encerrada en una celda listo para ejecutarme. Chimuelo fue encadenado y amordazado por días. Tienes que quedarte con lo que discutimos. Tu nombre, dónde vives, y nada más.- Hicca le explicó al jóven vikingo recordando su horrible experiencia con las celdas.- Y créeme, eso ya lo viví bastante.

-De acuerdo, ¡trabajaré en ello!- respondió derrotado.

-¿Mala? No soy mala.- comenzó a quejarse Astrid al darse cuenta de la descripción de Patapez hacia ella.

-Está bien, Astrid. A mí me gustan las chicas malas.- Patán intentó coquetear con ella solo para ganarse una mirada de asco y que ella saliera de la cueva enojada.

Eventualmente todos se habían ido del lugar solo dejando al jinete y su dragón solos en la oscuridad.

-Hey, chica, ¿puedes desatarme?- le preguntó a su Gronckle.

-Mmm... Nope.- Albóndiga le respondió lamiendo su mejilla y se recostó a su lado.

-¿Por favor?...- rogó.

Iba a ser una noche larga.

...

Al día siguiente, Hicca se encontraba en los muelles junto a Chimuelo en su forma humana; y sorprendidos era una palabra bastante corta para describir su reacción ante las noticias de Estoico.

-¿Castigados? ¿Todos los dragones? ¿Hablas en serio?- Hicca preguntó incrédula ante la órden de su padre.

Chimuelo estaba a nada de alimentar a los tiburones con su suegro.

Defenders of BerkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora