El Efecto Anguila

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La mayoría de los habitantes de Berk se habían infectado con una enfermedad llamada Anguiola; los síntomas comunes eran la fiebre alta, estornudos, tos, y un comportamiento enfermo como si estuvieran resfriados. La mayoría de los infectados estaban bajo cuarentena en el Gran Salón para evitar que la infección se propague más de la cuenta.

-¡Hicca!- Patapez la llamó montado en Albóndiga haciendo que Hicca lo volteara a ver despegando su vista del Gran Salón.- Astrid fue a recoger a Gothi. Ella nos verá en la Academia.

-Oh, bien. Vamos, amor.- Hicca le avisó a su amigo.

-Agárrate bien.- Chimuelo le dijo volando a la Academia.

-¿Están listos, chicos?- preguntó Hicca una vez entró a la Arena.

-¿Listo para irme de Berk en medio de la pandemia de Anguiola? Hmm, déjame pensar, déjame pensar, déjame pensar. Yo digo que eso es un gran sí.- Patán respondió.

-Lo más temprano posible. No quiero enfermarme.- comentó Brutacio.

-Y si tu te enfermas yo también.- aportó Brutilda.

-¿En serio?

-Sí, somos gemelos.

-Espera. Si me golpeo a mí mismo, ¿entonces lo sentirías?- preguntó Brutacio.

-Definitivamente. Inténtalo.

-Genial.- Brutacio comenzó a golpearse mientras reía.

-¡Ouch! Hazlo otra vez.- Brutilda fingió el dolor.- Hazlo de nuevo, más fuerte.

-Con gusto.- respondió usando ambas manos ésta vez quejándose del dolor.

-Uh, no sentí eso.

-Permíteme.- Brutacio se golpeó en la cara y cayó al suelo.

-Hazlo de nuevo.- Brutilda seguía alimentando el fuego.

-Chicos, por favor.- Hicca trató de detenerlos.

-¡Ow!- gritó Brutacio.

-Tenemos que irnos a la Isla Curandera tan pronto como Astrid llegue.- Hicca les avisó sobre el plan.

-¡Hicca!- Estoico llegó a la Academia tosiendo y luciendo débil. Hicca preocupada se acercó a su padre y trató de sacarlo de ahí.

-Papá, deberías estar descansando en el Gran Salón.

-Tonterías.- y ahí estaba la terquedad vikinga. Eso hasta que estornudó en Patán.

-¡Ah! ¡Oh, no!- gritó Patán asustado.

-No seré derribado por un par de estornudos.- dijo volviendo a estornudar ésta vez sobre su hija.

-¡Whoa!- gritó cubriéndose a tiempo.- Ok.- dijo no muy segura y vió a Astrid y Tormenta llegar con Gothi.

-Tenemos la lista de ingredientes, y es bastante larga.- Astrid comentó a la vez que Gothi reveló el pergamino con todos los ingredientes que iban a necesitar.

-Bueno, entonces es mejor que nos vayamos. Esa medicina no se va a crear sola.- Hicca dijo caminando hacia Chimuelo.

-Debería ir contigo. ¡Achu!- Estoico volvió a estornudar pero ésta vez Hicca usó su escudo para cubrirse.

-Papá, Berk necesita a un jefe sano, no a un jinete enfermo. Nosotros nos encargamos.- Hicca le aseguró a su padre.

-De acuerdo. Estaré aquí con el resto de inválidos. Ten cuidado, Hicca.

-¿Cuándo no he tenido cuidado?- preguntó hasta que vió la cara de su padre.- Uh, ¡mejor no me respondas!

Y con eso todos los jinetes emprendieron vuelo en busca de la medicina.

Defenders of BerkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora