Kerim (2031)

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Había pasado mucho tiempo desde que Kerim Incesu intentó apoderarse de la empresa Argun estafando al jefe máximo. Como sabemos, él fue denunciado y terminó en la cárcel. Un proceso y estadía que duraron varios años, luego de los cuales salió y trató de trabajar honestamente, pero aún pensaba en Yildiz, de la que se había enamorado sin que esté en sus cálculos. Fue así que un día se acercó a un parque y vio un área reservada en el que se estaba celebrando una fiesta infantil.

Se aproximó a la reja lleno de añoranza pensando en que quizá su tiempo había pasado y ya no sería padre o, en todo caso, le sería muy difícil rehacer su vida. Se sorprendió mucho al ver a lo lejos a su adorada Yildiz que ahora estaba junto a un hombre maduro, que por cierto no era Halit. Estaba sumergido en sus pensamientos hasta que se acercó una niña de ojos azules.

– Hola, ¿quién eres?

– Soy Kerim ¿y tú?

– Yo soy Nilufer. ¿Vienes a mi fiesta?

– Mucho gusto, pequeña. Solo pasaba por aquí. ¿Eres hija de Yildiz?

– No, ella es una amiga ¿Tú conoces a mi familia?

– La conocí hace muchos años, pero tuve que salir de la ciudad. ¿Quiénes son los tres niños que están jugando con una pelota? ¿Son hijos de Yildiz?

– El mayor es Halit Can.

– Por supuesto, lo recuerdo cuando era un bebé y yo trabajaba en la empresa de don Halit.

– ...y los dos más chiquitos son Mehmet y Onur, hijos de Alihan y Zeynep.

– ¿Quiénes son ellos? -preguntó Kerim.

– Son esposos; Zeynep es la hermana de Yildiz, la mejor amiga de mi madre.

– Claro, ya recuerdo; supe que Yildiz tenía una hermana que vivía en América ¿Y quién es tu madre?

– Mi madre se llama Ender, y mi padre se llama Kaya. Bueno, a los mayores no te los presento porque creo que ya los conoces. Aquella de vestido celeste que ves cerca de un árbol es Beren, mi sobrina.

– ¿Cómo?

– Lo que pasa es que Beren es la hija de mi hermano Yigit, pero tenemos casi la misma edad. Siempre piensan que somos hermanas o primas, nos llevamos muy bien y yo le digo "hermana" porque nos queremos mucho.

– Recuerdo a Yigit, muy buen chico; precisamente lo conocí días después de la noche que se comprometió con Lila.

– ¡Si! Mi hermano es bueno, aunque muy sobreprotector ¿Quieres pasar a la fiesta? Hay torta...

Antes que Kerim pudiese responder se acercó la juiciosa Beren a toda velocidad y de la mano de Caner.

– Nilufer ¿qué es lo que siempre dice mi papá? ¡Que nunca hablemos con desconocidos! ¡Si no vuelves en este momento te voy a acusar! –le dijo con severidad.

Nilufer le sacó la lengua a Beren, se encogió de hombros y le hizo adiós con la mano a Kerim quien hacía rato tenía ganas de llorar al ver toda la vida que se había perdido. Pero le bastaba ver tan dichosa a Yildiz. Estaba a punto de irse cuando Caner abrió la pesada reja y lo detuvo poniéndole la mano en un hombro.

– Yo te recuerdo de algún lado...

– Soy Kerim –aclaró.

– Soy el hermano de Ender ¿qué haces por aquí?

– Es una larga historia, pero no creo que tengas ganas de saberla y yo deseos de contarla.

– ¿Supiste lo que nos hizo Sahika?

– Sí, me enteré, fue lamentable lo que sucedió. Imagino lo que habrán sufrido en manos de ella.

– Lo que no sabes es que mi cuñado Kaya se convirtió por 48 horas en el más grande magnate de toda Turquía al tener el dinero y las acciones del holding que heredó al morir su hermana Sahika. Pero él no aceptó y los devolvió porque sabía que ella consiguió todo a través del crimen y el chantaje.

– Increíble...

– ...Las acciones de la empresa textil, de las líneas aéreas, supermercados, empresas de construcción y todo lo que te puedas imaginar y que viene dentro de un holding. Yo le dije a Kaya que, si no quería las acciones, bien se las podía dejar a su hijo Yigit o a mí, pero mi sobrino tampoco aceptó (para disgusto de Ender) y fue un acuerdo casi unánime que las acciones vuelvan a sus verdaderos dueños.

Se escuchó a lo lejos "¡Caner! ¿Dónde te metiste?"

– Será mejor que me vaya. Ya conoces el carácter de mi hermana.

– Buenas tardes, Caner. Te dejo tranquilo. Por favor vela por Yildiz

– Adiós, Yildiz. Adiós amor mío... murmuró Kerim mientras se alejaba; pero, aún a pesar de sus deseos, estaba escrito que no volvería a alejarse de ella.

Pecado original / Fruto prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora