capítulo 4. angustia

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-hijo mío en verdad no sabes cuánto lo siento, mi padre tu abuelo nunca se comportó así, no se que pasa por su mente para condenarte de esta manera, cuando sea reina cambiaré esto te lo juro-

-tengo miedo madre, no quiero estar con el está enojado-

-no estés asustado mi dulce niño, incendiare la fortaleza roja si es necesario para protegerte, mamá siempre va a cuidarte pequeño dragón-

-en unos días partiremos a Rocadragon, estaremos ahí hasta que sea momento de volver para tu matrimonio, tengo planes Luke, los maestres te enseñaran muchos conocimientos para estar con tu marido, ser bueno en todo pero sobre todo mis escuderos te enseñaran a luchar a defenderte nadie debe lastimarte, fortaleceré tu espíritu, los golpes que lastiman no siempre son físicos- una lágrima de derramó por la mejilla de la princesa, su pequeño acababa de ser condenado por su padre solo por defender a su hermano.

-mi padre cambio lose, desde la muerte de mi madre se deja manipular como un simple niño, allá el si quiere ser un títere pero si se mete con ustedes que son lo que más amo desde mi madre no habrá manera de apaciguar mi enojo-

-Vengan acá mis dulces niños mamá los va a cuidar-

Un abrazo cálido fue lo que necesitaron para romperse a llorar, sentimientos encontrados abunda en los príncipes, no es fácil ser comprometido con el que intento asesinar a tu hermano y menos que el lo haya pedido.
No es fácil ver cómo comprometen a tu hermano a un matrimonio donde puede que no tenga felicidad.

La princesa le pido a una criada que trajera al maestre Gerardys, quien la ayudo a dar a lus a sus hijos junto una dama de honor Ellinda Massey quien en unos años sería la encargada de estar con el principe Lucerys.

Después de que sus heridas fueran atendidas los chicos fueron enviados a descansar.
Rhaenyra estaba sentada pensando cuál seris su siguiente movimiento tenía que asegurarse de que Luke estaría bien.

En el otro lado del torreón una Alicent se encontraba enojada pero a la vez satisfecha, su hijo perdió un ojo pero ganó el dragón más grande del mundo en definitiva eso ayudaría para que Aegon sea rey.

Aemond sentado en una silla estaba contento, pudo a ver perdido el ojo pero ganó a Lucerys ese pequeño bastardo sabría lo que es sufrir, muy en el fondo sabía que le pequeño no tenia la culpa pero desecho esos sentimientos más rápido de lo que llegaron.

Leanor entro a la habitación asignada a su familia para ver una Rhaenyra enojada.
-¿que sucedió?- pregunto dudoso pocas veces veía en ese estado a su prima.
-Sucede que mientras tú te estabas acostando con tu caballero mis hijos fueron golpeados y llamados bastardos, estoy cansada Leanor te amo eres mi primo favorito pero solo me dejas está pesada carga a mi sola, el pueblo habla y los Lores dudan de mi mientras tú más te alejas.

Te amo pero no puedo confiar en que si mañana deciden dudar de mi capacidad no estés para defenderme.

Estoy sumamente enojada y ya no seré más la Rhaenyra que se dejó pisotear solo para tener contenta a la gente.
Te daré dos opciones y escúchame bien
1. Te quedas a ser el marido que necesito el que pondrá a la familia primero y si es necesario toda la flota Valaryon para reforzar mi reclamó o
2. Tomas un bote y huyes con tu amante a pentos o Essos dónde mejor te plazca y tengas una vida libre.

Una última déjame casarme con Daemond mi tío podrá ayudarme, necesito irme a Rocadragon preparar a mi hijos para lo que viene y aún más a Lucerys.-

Sr Leanor solo callo mientras Rhaenyra le daba opciones, su culpa le callo como balde de agua fría, sabía que a pesar de darles el apellido a los hijos de Rhaenyra nunca estuvo presente como era necesario.

cumplir con el deber.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora