capitulo 12: más calma

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La semana paso rápidamente, los nuevos esposos y su hijo compartían todo el tiempo posible.
Lucerys había ordenado preparar las clases de Osbert y todo lo relacionado con su educación seguiría siendo un bastardo hasta que Aemond quisiera reconocerlo.
Compartían el desayuno, comida y cena juntos reían por las travesuras del pequeño castaño, Luke le enseñaba a tomarle amor a la lectura.
Osbert disfrutaba el tiempo con sus padres, no podía decirlo abiertamente pero a puerta cerrada si podía.

El principe Lucerys irradiaba felicidad, la reina no se metía en su camino entonces podía aprovechar todo el tiempo con su marido.
Si familia seguía en desembarco aunque pronto debían de irse.
Los últimos días de la semana Luke tenía muchos antojos de pastel de moras.
Y un poco de tierra mojada, su guardia mandaba a  conseguir dicho antojo y también la tierra más limpia posible.

Luke sabía que esos antojos eran por qué la semilla de su marido estaba dando raices en su vientre.

Tenía miedo, a él siempre le dió miedo el embarazo, su madre los había librado sin complicaciones, sus partos eran algo tardado pero solo eso.

Pero el tenía miedo su cuerpo era joven aunque normalmente todas las mujeres y donceles en su mayoría a esta edad deban su primer hijo.

La Reina Aemma tuvo 4 abortos, dos no llegaron, 2 murieron al nacer y el último se llevó su vida por orden del rey.

La madre de viserys  la princesa Alyssa Targaryen quien murió dando a luz, entre más historial familiar.
Estaba asustado pero deseando conocer a su hijo y como sería.
¿Tendría el cabello de Aemond ? ¿Su cabello sería blanco ?
Ignorando eso comió un poco de la tierra mojada que tenía en un pequeño plato.
Hoy irían junto con Osbert a su primer vuelo en Vhagar.
Se había levantado temprano lavo su cuerpo y cabello, lo peino en trenzas para que no le molestará cuando el aire golpeara su rostro, uso pantalones y un jubon negro con un dragón blanco, su traje de montar era sencillo pero cómodo.
Una vez listo se acercó para despertar a su marido.

—Mon buenos días, arréglate hoy es el día, le prometiste a Osbert así que levántate—
—voy mi sol y estrellas—
Aemond era disciplinado pero había momentos que solo quería dormir todo el día, las acciones y platicas de su madre lo dejaban cansado y solo quería paz.

Quitando la pesades de sus ojos se levantó para ir al baño, su tina con agua caliente estaba lista.
Aemond no tardó en estar arreglado mientras Luke le cepillaba su cabello, una actividad que ambos disfrutaban.
Luke lo cuidaba y trataba con cariño eso le gustaba, el amor que su familia no le dió Luke se la compensaba en exceso y el amaba eso.

Cuando los dos estuvieron listos salieron de su habitación, Luke colgaba del brazo de su esposo.
Una imagen realmente bella, ingresaron a la habitación de a lado para ver a un Osbert arreglado, la niñera que Luke había asignado personalmente tenía la tarea de tenerlo presentable, no importaba si era un bastardo estaba bajo el alá del principe del mar y eso era suficiente.

—vamos pequeño debemos ver a la abuelita Vhagar, me imagino que no quieres perder tu primer vuelo—
Aemond le molestaba que Luke le dijera anciana a la máquina de matar pero era verdad, igual lo dejaba pasar por qué lo decía con mucho cariño y eso a él le encantaba.

—no principe Lucerys—
Osbert bajo de la cama y se acercó a Luke quien se agachó para estar a la altura del pequeño.
Un besito recibió en una de sus mejillas, con cuidado cargo al nene y le dió varios besos en el cuellito apapachado lo.
No tardó mucho y se lo paso a Aemond quien lo elevó dando vueltas, mientras le decía "que hermoso está mi pequeño dragón"
No habia nadie cerca entonces podrían ser más cariñosos, tenían una imagen que cuidar.
Aemond llevo al pequeño en una mano y la otra la ofreció a Luke.
Caminaron por toda la fortaleza dando una imagen de una hermosa familia, los sirvientes les hacian reverencias y murmuraban sobre lo tiernos que se veían.
Sin duda la maternidad le vendría bien al príncipe lucerys.

cumplir con el deber.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora