Episodio 2: Soy un Alfa padre

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Jungkook estaba en su habitación, sufriendo los fuertes dolores de su celo mientras esperaba que la esencia mágica que se había tomado pudiera ocultar su olor y feromonas.

Escuchó unos pasos acercándose a su habitación. Sabía que era su padre, así que, soportando los dolores y calambres en su vientre, decidió disimular haciendo algunas tareas y rociando spray para enmascarar su olor.

Su padre ingresó a la habitación, lo miró con duda y avaricia, y le dijo:

— Jungkook, ¿estás seguro de que eres un alfa y no un sucio omega? —observó a su hijo con expectativa. Sabía que Jungkook era omega; podría venderlo por una gran suma de dinero o, mejor aún, tener cachorros con él.

— Sí, soy un alfa, padre —trató de poner la mirada más fría para no mostrar signos de temor.

Jeon Mihon solo lo observó con duda, pues no estaba del todo convencido. Salió de la habitación, dejando a su hijo hecho un manojo de nervios y temor.

Jungkook estaba aterrado. Sabía lo que le esperaba por ser omega.

— Padre está sospechando, ¿qué voy a hacer? —pensaba Jungkook mientras caminaba por toda la habitación, jalándose el cabello. Realmente estaba aterrado.

— Debo huir, sí, eso debo hacer, debo irme —Jungkook detuvo sus pasos, tratando de asimilar lo que estaba por hacer. Se llenó de valor y, sin tomar nada de la habitación, decidió iniciar su plan de escape.

Salió de la habitación de la forma más natural posible, como un "alfa" debería. Se dirigió a la puerta de salida, la abrió y corrió, logrando salir de la mansión. Estaba a punto de suspirar de alivio, pero los efectos de la esencia mágica que había tomado para ocultar su olor habían caducado. Sus síntomas de celo eran ahora más intensos, y su olor...

Su olor.

Las feromonas se expandieron en la zona. Los alfas se alertaron, y cuando notaron que el olor era de un omega, solo pudieron pensar en dos cosas:

Nudo Omega Nudo

Jungkook estaba aterrado; no podía huir. Solo faltaba poco para que su padre también sintiera su olor. Los alfas, al no estar en contacto constante con los omegas por la extinción de estos en Alfea, estaban muy susceptibles a sus feromonas.

Se iba a rendir. Realmente parecía el fin. Su padre salió por la puerta y lo observó con malicia, avaricia y deseo, mientras que alrededor de él, unos 100 alfas estaban listos para luchar entre ellos con el fin de quedarse con la "presa".

Vio a su padre moverse, estaba listo para aceptar su destino. No vivió mucho de todos modos, iba a hacerlo hasta que escuchó una voz, una voz que susurraba suavemente:

— Corre, corre, hijo mío —

No sabía de dónde sacó las fuerzas ni el valor, pero se vio a sí mismo levantándose y corriendo hacia territorios prohibidos, territorios de Selene.

Jeon Mihon pudo ver a su hijo en el suelo, siendo observado como presa por muchos alfas que se acercaban a él. Era su botín; no dejaría que nadie tocara su dinero, su propiedad. Iba a llamar a los guardias cuando vio a Jungkook correr con intenciones de huir de Alfea y entrar a Selene. No lo permitiría. No podía dejar que Jungkook se escapara. Finalmente podría tener herederos, aunque fueran con Jungkook, su único hijo. No importaba; era su deber como omega.

Jungkook estaba corriendo. Su mente estaba desconectada de su cuerpo; era como si este se moviera por sí solo. Sentía un tirón en su vientre, recordando su celo. No soportaba el dolor. Llevaba tantos años reprimiéndolos que cada mes se volvían más severos. Su cuerpo no soportaba la cantidad de feromonas que emitía.

SELENE, reinado lunar [Taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora