Capítulo V

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Borrando las huellas de los monstruos

Después de cremar los cuerpos de los monstruos, fueron por la nave espacial. Antes de desintegrarla, Mosto decide revisarla.

Una gran sorpresa le espera...

En su interior encuentra una pequeña cápsula que le era muy conocida...

- ¡¡¡Este joyero lo construyó mi madre con restos de un meteorito!!!, gritó.

Lolita y Andrés, sorprendidos del hallazgo, se acercaron con cautela.

- Debo abrirlo, pero quisiera que ustedes se alejaran, señaló Mosto.

Él temía que fuese una trampa y sus amigos podrían sufrir algún tipo de daño.

Al abrir la cápsula, de esta emanó una fragancia muy conocida por él: el olor de su madre.

Sendas lágrimas opacaron el brillo de los ojos de Mosto...

Al recomponerse, notó que dentro del estuche, bien camuflado, estaba un rollito de papel...con sumo cuidado lo abrió: ¡Una carta de su madre! La leyó y luego llamó a sus amigos.

- No podemos destruir esta nave... en ella iré por mi madre al planeta Monstrum.

- Tenemos que esconderla de los monstruos. Para ello construiremos una cápsula que llenaremos con Argón. Ese gas hace invisibles las cosas a nuestros ojos. Para que no sospechen, crearemos un gran invernadero con plantas frutales que rodearán la cápsula donde estará la nave espacial.

- ¿Por qué con plantas frutales?, preguntó Andrés.

- En el planeta Monstrum no existen estas plantas. Ellos, al no saber si son venenosas, jamás se acercarían.

- Mosto, ¿cuánto tiempo tenemos para prepararnos, nuevamente? Preguntó Lolita.

- En quince días estarán aquí. Es una regla inquebrantable. Forma parte de nuestras leyes, terminó explicando el joven monstruo.

- ¿Cuándo iremos al mar?,

- Tenemos que alquilar una lancha, puntualizó Lolita

- Pienso, dijo Andrés, que esconder la nave espacial debe ser nuestra primera tarea...

- Vamos a llevarla al segundo galpón, dijo Lolita.

- Buena idea, expresó Mosto.

El viaje a altamar se realizó sin contratiempos.

Luego se dedicaron a construir el invernadero. Optaron por hacerlo dentro del mismo galpón. En una semana estuvo listo.

- Ahora, dijo Mosto, debemos dedicarnos a conseguir Uranio. Es el gas que utilizan nuestras naves y uno de los más abundantes del planeta Monstrum.

Por cierto, Mosto no ha revelado dónde está ubicado su planeta de origen. Lolita y su novio, aunque lo han pensado, prefieren respetar el silencio de su amigo.

- Mosto, ¿cómo hará tu madre para venir al planeta Tierra? ¿Cambiará su aspecto?, quiso saber Lolita.

- Mi madre, Lolita, es la creadora de la incubadora de humanos que posee el planeta Monstrum; así que, antes de salir, ella se someterá al cambio. Para esa operación contará con el apoyo de su asistente, terminó diciendo Mosto. Todo está perfectamente calculado; además, es la primera vez, en toda la historia de nuestro planeta, que uno de sus miembros huirá a otro sistema planetario.

Andrés, valiéndose de su condición de científico, adscrito al Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas del Planeta Tierra (C.I.C.T.P.T.), consiguió el Uranio necesario para el viaje interplanetario que hará Mosto.

El tanque de la nave espacial tenía el Uranio suficiente para volver al planeta Monstrum, pero como Mosto va por su madre, se necesita otro tanto para regresar.

- Mosto, ¿cómo vamos a saber dónde y cuándo llegarán?, quiso saber Lolita.

- Hay algo, expuso Mosto, que nunca ha cambiado. La próxima comisión llegará al mismo sitio que lo hizo la comisión anterior y allí estaremos nosotros esperándolos. Tan pronto salgan de la nave, los fulminaremos. Será más fácil...Ellos no esperan ser recibidos por nadie. Ya he estudiado muchos eventos pasados y todo es igual. Es una de las grandes diferencias que tenemos con ustedes los terrícolas.

- ¿Qué haremos con esa nave?, preguntó Andrés.

- La pulverizaremos, inmediatamente, respondió el visitante y, luego sentenció: ¡esta acción será más fácil! Jamás han sido atacados dos veces.

- Mosto, ¿el Uranio que trae la nave no puede ser utilizado para tu viaje?, preguntó Andrés.

- No, respondió él y luego, agregó: esos tanques están construidos de tal manera que no pueden ser trasvasados. Si alguien intenta hacer eso, con seguridad, moriría en el intento, ya que el tanque explotaría.

Un monstruo para LolitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora