The Gifted Andy Strucker

seis meses y su regreso

Seis meses después

— con que todo eso pasó — Cameron dejó de irrumpir en la mente del mutante y lo soltó acercándose a uno de sus hombres — llévenlo de nuevo a su hogar, no le hagan daño

— claro señorita

Los hombres inyectaron al mutante durmiendolo para sacarlo de ese lugar

— así que Andy abandonó el nido, eh — jugueteó con su lápiz — por qué se me hace conocido ese nombre

— quizá por qué usted busca a un Strucker señorita

— quizá, es una lastima que ese mutante no muestre rostros, sería todo más fácil

— que pasará ahora señorita — el chico se acercó a ella extendiendo la bandeja con su tasa de té

— hay que encontrar a las personas que llevan esos nombres que anotaste, vuelve a repetirlos por favor — el chico asintió y comenzó a nombrar

— Caitlin, Lorna, Sage, Fade, Andy strucker y el nombre que escucha en sus sueños... Reed Strucker

— bueno, buscaremos a esas personas que salvan mutantes...

Paró de hablar cuando sintió los fuertes dolores en su panza

El grito de ella resonó en toda la bodega mientras que cada cosa salía volando

— no de nuevo señorita — la tomó por sus hombros cuando la vio caer con sus manos en su barriga

— oh dios santo, que mierda es esto — respiraba con dificultad una vez que sus dolores cesaron

— creo que a eso se le llaman contracciones señorita

— vamos a buscarlos ya....

Por otro lado los tres Strucker se encontraban en la mesa, el hombre de la familia acababa de llegar Y se encontraban hablando

— creo que debe vivir su vida

— oiga estoy bien, ¿Si?, Iré a descansar necesito estar sola — la chica se levantó y cerró la puerta detrás suyo

Ambos adultos suspiraron y el golpeteo desesperado en la puerta principal hizo que se alerten

— Caitlin, Reed, soy Marcos — fue el hombre quien se acercó a la puerta abriendo para encontrarse con Marcos medio somnoliento, a Clarice, John y delante de él dos persona que no reconoció

— hola quiere galletas — la muchacha le sonrió, mientras Marcos golpeaba su frente

Ella vestía con un traje de entregas de pizza, en sus manos tenía una caja de galletas, su gorra tenía la marca de un entrega de comida rápida, su cabello no se veía lo que dejaba notar que llevaba rodete y tampoco se veían sus ojos ya que llevaba lentes oscuros, su compañero iba de igual forma vestido

— eh, Marcos — el nombrado solo asintió y el dueño de casa se movió a un lado dejándolos entrar

— tomen asiento — dijo la desconocida apoyándose en la mesada de la cocina con su compañero al lado

— creo que yo debería decir eso, pero ya que — Reed se sentó junto a los demás y miraron a la chica

— quieren galletas — ofreció sin quitar su sonrisa

— ya dinos quien eres — dijo John

— como — Caitlin gira a ver al de pelos largos — ¿no los conoces?, Trajiste a casa a unos desconocidos — dijo señalando a los chicos con vestimenta rara

— es mala educación señalar a desconocidos señorita — esta vez fue el chico quien habló inclinándose levemente mientras apuntaba con su dedo hacia arriba

Todos los presentes miraron a donde el señalaba viendo cuerdas flotando sobre ellos

— oh no...

— oh sí — ella sonrió y dejó caer las cuerdas sobre ellos

Cada uno quedó atado de torso, ambas muñecas y ambos pies

— que mierda...

— tu eres Reed Strucker, ¿No? — el chico de vestimenta de entrega de pizza se acercó al hombre esperando a que le respondiera

— no, yo... No soy Reed — miente mirando el suelo

— si eso... — esta vez ella es quien habla — me huele a mentira — se sacó la gorra dejando ver su rojo cabello — al fin te encontré, apareces en mis sueños...

— Reed! — todos miraron a Caitlin cuando gritó interrumpiendo a la desconocida — me engañaste — pregunto, trató de moverse en su silla intentando llegar a él

— no, Caitlin no — el negó haciendo lo mismo que hacia su esposa en forma de huída, pero para su mala suerte cayó al suelo — Auch

— no, por dios — se defiende negando mientras su amigo hacia lo mismo — que asco — la pelirroja se acerca a levantar la silla con el hombre — no me metería con un viejo... Caitlin

Fuertes dolores de cabeza llegaron a ella haciendo que se maree

Andy
¡No, mi hijo!
Quien eres
Y cuántos años tienes
17 señora

— señorita está bien — todos veían como ambos compañeros se susurraban

— si, parece que conozco a esta mujer, llegaron recuerdos — ella carraspeó y se enderezó acercándose nuevamente a la mesa 

— necesito su ayuda, conocen a.... — ella bajó sus lentes un poco girando a ver a su amigo — como se llamaba

— Andy Strucker

— si, a ese— vio como todos se miraban entre si — ¿lo conocen?

— como sabes de el — la pregunta de Caitlin se hizo esperar cuando la pelirroja fue a su nevera

— si bueno — sacó una botella de algo que parecía jugo, inspeccionandolo y volvió a mirarlos — secuestré uno de sus mutantes y el apareció en uno de sus recuerdos

— puedo... — todos voltearon a ver a Reed — ¿puedo comer una galleta? — la chica sonrió y desató una de sus muñecas con un movimiento de manos

— no le recomiendo que las coma, señor — todos en silencio voltearon a ver al chico — estan hechas con caca de perro — susurró haciendo muecas

— deja — Reed quien se quedó con su brazo extendido y soltó la galleta que había sostenido mientras obtenía el ingrediente secreto de estás — vuelve a atarme

— bien, perdí mis recuerdos y ustedes aparecen en leves golpes de cabeza así que necesito que me ayuden a recuperarlos — explicó la chica sacándose sus lentes

— Cameron — todos pronunciaron su nombre al mismo tiempo, con la misma expresión y tono, sorprendidos

El amigo de la pelirroja se acercó a su oído — creo que sí la conocen señorita

— creo que sí — le susurró a él para después tomar lo que estaba en la botella