¿Fiel?

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Pilar abrió sus ojos y se vio en su cuarto, suponía que había llegado ahí por Lizzie ya que ella no recuerda haberse ido a dormir a su cama. Bajó hacia el comedor y vio que Miriam estaba haciendo desayuno.

— buenos días— saludó Pilar con más ánimo.

— buenos días, querida — saludó Miriam quien cocinaba unos huevos.

— ¿sabes donde está Elizabeth?- preguntó la rubia.

— ella sigue durmiendo, al parecer tuvo una noche atareada— dijo Miriam quien miraba con lastima a la joven chica, seguramente pensando lo mismo que Pilar.

— iré...iré a verla— la menor subió las escaleras y fue al cuarto de Elizabeth, no pensó en tocar ya que nadie le respondería, por lo que abrió la puerta de manera silenciosa y pudo ver a Elizabeth durmiendo plácidamente en su cama.

El cuarto de Elizabeth era más amplio, tenía un balcón, una mini sala de estar donde tenía ciertas bebidas y vasos, una entrada a un baño que parecía ser bastante grande. Pilar se acercó a Elizabeth y en ese momento su celular se prendió, le había llegado un mensaje de una tal Juli.

Espero que te haya agradado mi compañía anoche, espero vernos pronto.

Y ahí las dudas de Pilar fueron aclaradas, Elizabeth había traído a otra prostituta y no a su casa, seguramente a su oficina o quizás a otro lugar.

Se alejó de Elizabeth y salió del cuarto, salió al jardín y esta vez no intentó escapar, no servía de nada. Se quedó ahí, mirando las flores y tomando un poco de aire.

Pasó aproximadamente una hora cuando Elizabeth se levantó, tomó su teléfono y contestó el mensaje con agradecimientos y con una promesa de verse otra vez. Salió del cuarto y buscó a Pilar por toda la casa, incluso gritó su nombre, pero la menor no respondía a las llamadas. Le preguntó a Miriam y esta le había dicho que la última vez que la vió, ella había subido a su cuarto.

Elizabeth no entendía a donde había podido ir si no estaba ni si quiera en su cuarto. Salió a la parte trasera de su casa, pero no la encontró. Salió afuera al jardín y pudo ver el cuerpo de la chica tirado en la césped, mirando el cielo despejado.

— me asustaste— declaró la mayor aliviada de haberla encontrado.

— no fue mi intención — dijo la menor en un tono seco.

— gracias por la comida de ayer, debo decir que como chef serías muy buena— dijo Lizzie con una sonrisa sentándose al lado de Pilar, pero esta ni la miraba y su rostro serio preocupó a Elizabeth.

— ¿esta todo bien?— preguntó la ojiverde.

— ¿por qué no lo estaría?— preguntó la menor con frialdad.

Elizabeth no paró de pensar en que había hecho para poner a la chica así, ella había llegado tarde, pero lo había hecho para pasar el día con ella. ¿Acaso eso no era lo que Pilar deseaba también?

— te quiero invitar a...

— no quiero ir— Pilar se levantó y entró a la casa, dejando a Elizabeth sola en el jardín.

La millonaria intentaba buscar que era lo que había puesto así a la otra rubia, ¿que había hecho mal? Sin pensarlo mucho, Lizzie entró, se sirvió una taza de café obviando el desayuno hecho por Miriam, no tenía apetito para desayuno.

Subió nuevamente al cuarto de la más joven y tocó la puerta.

— ¿Pilar?— llamó — lo que te quería decir en el jardín era si...claro si te apetece...de ir un rato a la playa, ayer me dijiste que hace años no habías ido a una y que te encantaba y pensé en llevarte...claro si...si quieres— no hubo respuesta.

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