Histoires Wenclair

¿Puedes acaso notarlo?

N/A:

1. Cada historia de este compilado es independiente y comprende un sólo capitulo o menos de diez. Si desean que continúe alguna de forma más exhaustiva pueden pedirla en comentarios.

2. Serán relatos que se desprendan de fanarts, teorías locas de twitter o canciones. Todos en torno al ship Wenclair (Wednesday Addams y Enid Sinclair) de la serie de netflix Wednesday.

3. Este mini relato en particular es un texto poético que pretende ser una especie de carta hacia un destinatario hipotético (Wednesday) pero no es más que una página de un diario personal. Además sigue el punto de vista de Enid y se desprende de un headcanon que tengo sobre que ambas llevarían un "diario íntimo o bitácora de pensamientos" antes los nuevos sentimientos que las embargan y que accidentalmente intercambiarían.

4. Para entrar en ambiente pueden seguir el relato con la siguiente canción

5. Si ven esta historia fuera de mi facebook (Ale Edith Odörfer), o mi cuenta de wattpad, twitter (Alexiss Wolf - Augen), tumblr (Alexiss-Wolf-Augen) por favor avísenme. Juntos Digámosle NO al Plagio.

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14 de abril, 3 A.M.

Me gustas, ¿acaso no puedes notarlo?, claro que no puedes. Los sentimientos no son tu fuerte. Eres un asco con las emociones, con el contener a otros y además lo dijiste claro: «sólo me importo yo y nada más».

¿Por qué pensé que sería diferente conmigo?, ¿tan extraordinaria y poderosa me creí como para hacerte cambiar, como para iluminar tu oscuridad?

Qué alto ego, qué vanidad me poseyó cuando ni enlobarme podía, pero me imaginé transformando a un Addams. Si llegases a leer todos estos pensamientos, del estúpido diario que se me ha dado por escribir, seguro que confirmarías que soy más patética que Xavier.

Te preguntarás por qué digo eso de él, ya que aunque estés de acuerdo conmigo te parecerá extraño que trate mal a alguien. Pero él te insiste, él te hace regalos, él cree que merece un lugar en tu vida y aún peor en tu corazón.

Yo sé muy bien que ninguno en Nevermore o Jericho somos dignos de tu atención. Y me siento igual de idiota, por pretender que notes mi presencia aunque sea una vez.

Pero al menos yo entiendo tus ritmos, sé de tus espacios, de tus molestos pasatiempos  y hasta me atrevería a decir que sé de tus miedos. Tienes pocos; pero los tienes y están ocultos bajo capas de superioridad, frialdad, sarcasmo e intelectualidad.

Mas mi sensibilidad licántropa me lleva a ver tu alma en tus ojos y nada se me escapa, ni siquiera un gruñido o un suspiro tuyo. Creo que ya estoy sonando como una acosadora. Y siento que si fueras un idol, me vería como tu sasaeng. (¡Aaag, horrible. Qué alguien me mate, por favor! Mira si vas a comprender esta analogía ridículamente adolescente y modernosa).

Mejor dejo de desviarme del tema, que no es otro que reconocer lo irremediablemente enamorada que estoy de ti. Reconocerlo en esta luna llena, la segunda que comparto contigo luego de que me enlobé, tiene algo de especial.

Me llena de calidez pero también de miedo. Es como si todo mi ser supiese que no amaría otra vez, que estoy en un callejón sin salida. Que eres mi perdición y mi salvación. Una palabra, un gesto tuyo y moriré o mataré encantada.

Y aunque compartamos habitación, aunque hayas venido a San Francisco por las vacaciones y aunque nos consideremos amigas, no has notado el cambio en mi mirar.

Sigues tan distante como la luna del sol, o más bien como si yo fuese Mercurio y tu Plutón. Yo quemándome con este no correspondido amor y tú a salvo en tu helado corazón.

Ya escucho como maldices que siga con la luz encendida. Así que me despido hipotéticamente de esta inútil carta. La cual jamás llegara a ser leída por tus penetrantes y bellos ojos negros, que tanto me fascinan.

Adiós, mi pálida rosa, adiós mi luna de cristal.

Siempre tuya, tu colorida amiga, tu bola de pelos preferida...