Danmachi: El Mago Y Sus Hadas

CAPITULO 9: HIPERBÓREA

Hoy fui el primero en despertar como ya era costumbre al abrir mis ojos me llevé una gran sorpresa, la señorita fénix estaba conmigo no sé en qué momento, ni siquiera sentí cuando se acostó conmigo en fin estoy feliz de que despertara, pero estaría más feliz si no estuviera en mi cama, de seguro mi abuelo si me viera estaría orgulloso, mejor volveré a dormir y dejaré de pensar en estupideces

Después de unas horas

Atalanta: que raro mi maestro aún no despierta no lo he escuchado caminar ni nada, iré a despertarlo

Me dirigí a la tienda de Bell y al entrar me llevé una desagradable sorpresa una mujer yacía en la cama de mi maestro y no solo eso ella lo abrazaba y él duerme placenteramente

El conejo al sentir una mirada fija en él empezó a despertar

Bell: ahhh, hace días que no dormía tan bien

Atalanta: Así veo...

Bell: ¡Eh! A...Atalanta

Ella ¿está enojada? ¿Por qué me mira de esa forma? ¿Qué hice? Deje de pensar en eso al escuchar otra voz

Fénix: Tsk no hagas mucho ruido Bell que no me dejas dormir la pelirroja se dio la vuelta para dormir de nuevo, pero al hacerlo pudo ver una mujer parada en la entrada

Fénix: ara Tú ¿quién eres?

Atalanta: Lo mismo me pregunto

Un silencio rotundo abundó la carpa ninguna decía nada, pero sus miradas decían más que mil palabras

Bell: ¿chicas? El conejo estaba incómodo no sabía por qué Atalanta estaba enojada y mucho menos por qué ahora se están mirando así

Atalanta/Fénix: Bell ¿quién es ella?

Bell: Ahhh, ella es Atalanta y es mi discípula y la que está en mi cama sin mi consentimiento es fénix

Fénix: oye lo dices como si fuera una pervertida

Atalanta: eres más que eso pervertida

Fénix: ¡Eh! Que dijiste maldita gata

Atalanta: lo que escuchaste

Fénix se levantó y Atalanta dio un paso adelante, ahora estaban frente a frente

Fénix: tienes agallas

Atalanta: Lo mismo digo

Si el conejo estaba incómodo ahora lo está aún más, decidió terminar con esto de una vez antes que pasara a mayores

Bell: ¡Suficiente! Dijo el albino mientras elevaba su aura

Atalanta al sentir el aura de su maestro su piel se erizó y sus instintos de beastman le gritaban que salga corriendo de allí

Fénix, por otro lado, un escalofrío recorrió por su cuerpo al escuchar a Bell

Bell: No son niñas para comportarse así, usted señorita fénix debería de aprender más modales esas no son formas de tratar a alguien que recién conoce

Fénix: y...yo lo siento

Bell: Y tu Atalanta, creo que tendré que aumentar la dificultad del entrenamiento y enseñarte a respetar a los demás

Atalanta: Y...yo lo siento mucho

Después de esas palabras salió de su tienda, para preparar el desayuno mientras las dos se quedaban allí en un silencio que fue roto por la catman