CAPITULO 3: VISITANTES

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hoy era otro día como cualquier otro pero para nuestro protagonista no, ya que hoy conocería quién sería su maestra feliz y emocionado se levantó para hacer sus rutinas diarias

Después de terminar todos sus ejercicios se dirigió de nuevo a su hogar allí vio a su abuelo sentado se acerco y le hablo

Bell: Abuelo a que hora llega mi maestra?

Zeus: ya no tarda en llegar Bell solo se paciente, yo iré a cosechar mis verduras tu has lo que quieras por mientras

Bell: Está bien abuelo

el pequeño se dirigió a la cocina para una deliciosa comida preparar, hoy como un día especial quería hacer estofado entonces empezó a preparar con una maestría que cualquier chef envidiaría

Bell: Uff jamás pensé que cocinar cansará tanto, pero Alfin termine solo queda que llegue mi maestra y llamar al abuelo para comer

Como si todo estuviera planeado alguien la puerta tocó

Toc toc

Minutos antes

Hera: Entonces dices ¿que en esa cabaña aislada del pueblo es donde está Bell?

Alfia: al parecer si, es un lugar tranquilo para vivir, ya vamos que quiero verlo

Hera: Si, espero que te prepares Zeus susurro la deidad

Toc toc

Bell: Are? Quién será aún no es tiempo que mi maestra llegué

toc toc

Bell: ¡¡Ya Voy!! Espere

Hera: Tsk ¿porqué se demoran en abrir acaso no hay nadie? Cuando estaba apunto de volver a tocar la puerta se abrió dejando ver a una pequeña figura

Bell: Lo siento, estaba ocupado pero ¿quien es usted señorita? allí al frente de el una mujer de pelo oscuro y ojos hermosos y una curvatura envidiable a su mente vino cierta palabra que una vez su abuelo le dijo una MILF

El no sabía que significaba pero por alguna razón llegó a su mente

El no sabía que significaba pero por alguna razón llegó a su mente

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Hera: ¿señorita?

Bell: Si, mi abuelo me dijo que a las mujeres jóvenes se les dice señoritas acaso está mal?

Hera: No, está bien

Que le digan señorita la pilló con la guardia baja hace años que alguien no la llamaba así

Bell: ¿Quiere pasar? No creo que quiera seguir allí parada

Hera: Si pero antes quiero que veas a alguien

El albino miro por todos lados buscando a ese alguien, pero no veía a nadie hasta que detrás de Hera salió otra mujer

Alfia: Hola Bell

Danmachi: El Mago Y Sus HadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora