Un nuevo día empezaba para el Demonejo y está vez en tierras egipcias, hoy se llevaba a cabo el festival para el día del amor y la amistad, ya que hace tres días no lo pudieron celebrar por obvias razones y a pesar de que ayer fue la aniquilación de la familia Apófis muchas personas estaban disfrutando de dicho festival
El albino estaba despertando por toda la contaminación acústica que llegaba a sus oídos guiado por aquel ruido salió hasta el balcón y pudo ver una gran multitud celebrando el día de los enamorados
Bell: ¿San Valentín?, pero no fue, ¿hace tres días? se preguntaba curioso el albino
Sus palabras resonaron en su mente hasta que se dio cuenta de algo
Bell: ¡maldición lo olvidé!, ¡no le he dado nada a las chicas!
El albino se cambió lo más rápido que pudo y salió para comprar los regalos se había olvidado por completo que hace tres días fue san Valentín
Bell ya había llegado a la zona comercial, pero estaba todo lleno aun así no se rendiría hasta encontrar un regalo para cada una
El albino estaba desesperado buscando algo para regalar, pero no encontraba nada hasta que cierta diosa lo vio
Hathor: ara ara veo que necesitas Ayuda Bell Kun
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Bell: ¡Hathor!
La diosa Hathor es una diosa del Amor y una de las amigas del conejo se conocieron cuando Bell vino a Egipto por primera vez y la salvó de ser raptada por unos bandidos que querían sobrepasarse con ella
Hathor: ha pasado tiempo Bell Kun así que eran ciertos los rumores de que estabas aquí decía mientras lo abrazaba
Bell: ¡N..no puedo r...respirar!
La diosa lo estaba abrazando fuerte mientras estaba entre sus pechos provocando que el conejo se asfixie lentamente
Hathor: Fufu que atrevido Bell Kun, pero dime en qué puedo ayudarte
Bell: bueno estaba buscando regalos para ciertas personas
Hathor: ohh, ¿tienes prometida?, que suerte de ella dijo con un puchero
Bell: bueno aún no somos nada, pero si tengo "prometida" dijo en un susurro, ya que la única que era oficialmente su pareja era Alfia
Hathor: entonces, ¿tienes un harem? No sé por qué, pero lo venía venir de ti Fufu
Bell: ¡Hathor! Lo dices como si fuera un mujeriego dijo indignado
Hathor: ¿estoy equivocada? Fufu
Bell: No, pero sí decía avergonzado
Hathor: Fufu ¡vamos!, conozco el lugar indicado decía mientras lo agarraba del brazo para llevarlo
