CAPITULO 11: DESPEDIDA

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Un nuevo día llegaba y Bell comenzó a abrir sus ojos por un peso que sentía sobre él

Bell: Ahhh, que bien dormí decía mientras estiraba sus brazos

Fenix: ¡Auch! Bell si quieres tocarlos solo tienes que decirme

Bell: ¡Eh! El conejo al escuchar eso le vino un Déjà vu y despertó por completo llevándose está sorpresa

Fénix: Fufu por fin despiertas Bell decía mientras estaba sobre el

Bell: ¡F..fénix!, puedo saber ¿qué haces encima? El comenzó a sonrojarse por la vista

Fénix: no despertabas supuse que estaría sería buena forma de hacerlo, ¿te molesta?

Bell: No, pero cualquiera que nos viera podría malinterpretar tu acción de solidaridad

Atalanta: ¡Pero que están haciendo pervertidos! Grito con furia la catman al ver tal escena

Bell: Te lo dije decía mientras se ruborizaba más y más al ver tan cerca los pechos de Fénix

Fénix: Fufu no me molestaría mostrártelos Bell

Bell: ¡que cosa dices fénix! El conejo en este momento parecía un tomate

Fénix: Fufu es broma, pero si quieres no es broma

Al pobre Bell empezó a salirle vapor por la cabeza, mientras la catman miraba con malos ojos está acción de Fénix

Atalanta ¡Suficiente! Acto seguido empujó a fénix para qué se bajará

Fénix: ¡Auch! Atalanta Chan eres mala

Atalanta: Iris mili

Fénix: o acaso ¿estás celosa? Fufu la catman explotó en un sonrojo por aquellas palabras

Atalanta: ¡t...te equivocas! Decía mientras se iba de allí

Fénix: Fufu que inesperado no crees Bell?

Bell: No sé que tratas de decir, pero será mejor que nos levantemos

Después de levantarse, el conejo comenzó a preparar el desayuno, Fénix y Atalanta solo esperaban, ya que no sabían cocinar, aunque al albino no le molestaba en absoluto

Atalanta: ¡nya!, que delicioso jamás me cansaría de probar tus comidas Bell

Fénix: Lo mismo digo, no entiendo cómo un desayuno puede ser tan fantástico

Atalanta: si fuera una pirata cruzaría todo el mar Egeo solo para tener la dicha de probar tal exquisitez

Fénix: yo nadaría por los 7 mares para probar tu comida y eso que el agua no es lo mío Fufu

Cada palabra hacía que un pequeño rubor apareciera en las mejillas del conejo, puede ser un despiadado y malévolo a la hora de pelear, pero que lo halaguen por cosas como estas lo avergonzaba mucho

Bell: ¡Chicas!

Fénix y Atalanta solo comenzaron a reír por hacer sonrojar al Demonejo, mientras esté desayuno cargando de felicidad seguía, dos doncellas enamoradas estaban por hablar con sus "consejeras"

En Orario

Habitación de Ryuu

Syr: entonces ¿cómo es él?

Ryuu: ¡d..de que hablas syr! La elfa se avergonzó por tan repentina pregunta

Syr: vamos, Ryuu dime de quién estás enamorada

Danmachi: El Mago Y Sus HadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora