𝐑𝐞𝐛𝐞𝐥 𝐒𝐩𝐢𝐫𝐢𝐭

8. Cuidado con las aves...

Los tres cenaron pizza esa noche, mientras Noir descansaba entre los cojines del cómodo sofá, cómo si fuera un nido

Había decidido permanecer como un cuervo silencioso, y aprovechando que no tenían que huir por sus vidas, estaba reponiendo toda la magia y energías que había gastado para sacar a Dan del purgatorio y mantener su alma estable con magia...

Por estás mismas razones, Dan no le exigía al cuervo que interactúe, directamente lo dejó estar, dándole su espacio para que descanse

El pedido de Brad era sencillo, debía mirar por Robbie durante unos cuantos días, en lo que Brad debía estudiar a fondo un caso urgente que demandaba mucha atención, que se negaba a compartir con Dan.

Él por su parte, se imaginaba que algo rondaba la mente de su anfitrión, pero no iba a presionarlo para hablar. Si necesitaba tiempo, simplemente se lo iba a dar y ya.

Brad, permaneció esos días en la casa y no fue a la oficina, pero era como si no estuviera del todo, porque prácticamente vivía con la nariz metida en los papeles.

Dan no tuvo inconvenientes con la idea. Y mientras tanto Brad lo dejaba quedarse en su casa y practicar con las arenas de Morfeo, para poder meterse en los sueños de las personas con las que necesitaba comunicarse...

Con la magia limitada de Noir, y él, siendo muggle iba a ser algo difícil...

Pero Brad le aseguró que con lo mínimo de magia, además muchísima perseverancia y práctica, podría lograrlo

Y eso es algo que a Dan no se le daba mal.

Incluso Robbie decidió ayudarlo. El mocoso era listo, y en sus propias palabras "no tenía nada mejor que hacer" así que se pusieron manos a la obra.

Brad les había entregado el libro que explicaba como hacer funcionar las arenas

Ambos estaban en la biblioteca personal de Brad, que les proporcionaba una buena cantidad de espacio para practicar

—Aqui dice que debes dar cinco respiraciones profundas y concentrarte en darle forma de espiral cada vez que lo haces... este ejercicio logrará permitirte hacer una proyección astral.- Robbie leyó el libro que le dió su tío sentado en un sillón frente al rubio avellana

Dan estaba sentado en el suelo, con los ojos cerrados, y las piernas cruzadas, con las arenas frente a él junto a dos velas encendidas. Noir estaba descansando sobre el hombro del adolescente, que después de unas noches, ya se había acostumbrado a la presencia del ave.

—¿Sientes que sales de tu cuerpo?.- el chico preguntó

Dan resopló y abrió un ojo sin abandonar su posición

—Que me lo preguntes constantemente no me hará sentir más proyectado, ¿Sabes?.- le dió una pequeña sonrisa divertida

Robbie le devolvió la sonrisa pero más
apenada

—Perdona, vuelve a intentarlo.-

Dan giró nuevamente las arenas y se concentró, formando las figuras en su mente mientras respiraba profundo

Luego de un rato, volvió a abrir los ojos con frustración sin sentir el cambio

Todo tenía ligeramente más frío y oscuro...

—Chico, esto no está dando resultado.- le habló con un poco de decepción en su voz, pero el adolescente solo permaneció mirando en frente

Dan frunció levemente el ceño

—¿Robbie?.- lo llamó moviendo su mano frente a él chico, pero este no parecía ni inmutarse

Luego volteó y se vió a si mismo aún sentado en la misma posición con los ojos cerrados