El resto del largo viaje había transcurrido con un poco más de normalidad, pese a las pequeñas complicaciones que tuvieron durante el camino
Cómo una falla mecánica, que por suerte Dan pudo reparar.
Así como el enfrentamiento con algunos Hellhounds que aún buscaban atacarlo y un par de sujetos con ojos negros, que lograron evadir, tomado otro camino.
Para Theo, era extraño vivir en estado de alerta permanente, pero ya se estaba acostumbrando a ello. Seguro Moody estaría orgulloso.
Temprano en la tarde. Finalmente llegaron a su destino en Green Bay, Wisconsin.
Dan detuvo el motor frente a un enorme edificio que aparentemente parecía una especie de oficina de correos antigua en apariencia muggle, pero que en realidad sabía que se trataba de una prisión de máxima seguridad para reos internacionales a punto de ser extraditados.
—Bien, hagámoslo.- Dan propuso a punto de salir del auto
—Aguarda ahí. Tú no vas a entrar.- Theo arqueo una ceja deteniendolo del brazo
Dan lo miró ceñudo
—¿Por qué?.- preguntó indignado soltandose
—Quizá porque tienes un rostro diferente, no llevas magia encima para poder abrirte paso en nuestro mundo, estamos tratando de pasar desapercibidos con tu identidad, sin mencionar que, eres muggle, Dan.- enfatizó su nombre al final para probar su punto
El rubio avellana hizo una mueca
—iris miggli Din...- lo imitó con voz chillona e irónica.
—Muy maduro.-
—Mui midiri.-
Theo rodó los ojos mientras ambos salían del auto
—Encontremonos en el parque, más tarde. Traeré encima mi celular por si acaso. Me llevo a Noir. Creo que ni hace falta decir, que en esta ciudad será mejor mantener un perfil bajo. Así que no te metas en problemas, ¿Escuchaste?.-
—¿Quién murió y te hizo reina, Nott?.-
—Por una vez, no discutas, imbécil. Nos veremos más tarde.-
Y antes de poder replicar, el castaño se había desaparecido, mientras el rubio avellana resoplaba con fastidio
Miró a los alrededores con una mueca pensativa, con menos había hecho más. Así que salió del auto, abrió el maletero, y buscó una mochila negra, para después meterse al café que estaba cruzando la calle
Entró directamente al baño y se cambió de ropa, pantalón recto azul petroleo de vestir, camisa blanca impoluta, corbata delgada negra, y una gabardina gris humo, muy similar a la que usaban los aurores de la macusa
Se colocó guantes de cuerina, escondiendo un par de dagas talladas con runas, podrían servirles en caso de necesitarlos.
Salió del lugar viéndose impecable y al caminar por la acera, se colocó los lentes cuadrados de sol.
Entró directamente a la oficina de "correo"
—¿Puedo ayudarlo señor?.- la señorita de la recepción, le preguntó con una sonrisa coqueta. Le gustaba lo que veía y se notaba.
Dan sacó una de las numerosas tarjeta de presentación que le había robado a Brad Grindelwald de su oficina, para enseñársela y la chica la contempló con detenimiento
—Tengo una reunión con un cliente.-
—Oh, usted es el abogado Grindelwald.- ella se puso más seria
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𝐑𝐞𝐛𝐞𝐥 𝐒𝐩𝐢𝐫𝐢𝐭
FanfictionPrecuela: 𝗖𝗮𝗿𝗮𝗷𝗼, 𝘀𝗼𝘆 𝗛𝗮𝗿𝗿𝘆 𝗣𝗼𝘁𝘁𝗲𝗿 Dan Roswell, un chico ordinario que fue arrojado al mundo mágico de Harry Potter después de morir en un accidente de motocicleta, ha permanecido dormido por más de dos años tras la guerra mágica...