15. Parte de la familia

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Dan y Theo se registraron en el motel, y está vez Dan, pidió una suite.

No era mucho mejor que las experiencias pasadas con los moteles, pero, por algunos billetes extras, al menos podía contar con un poco más de relleno en los colchones y menos olores extraños a producto químico de limpieza.

Theo apreció silenciosamente el pequeño gesto de su testarudo amigo y hermano mayor.

A la chica de la recepción, ciertamente le agradaba la vista de ambos muchachos tan guapos, con un aire misterioso, así que más que encantada, les indicó a ambos dónde podían encontrar un buen lugar para cenar.

Tras un pequeño guiño con el ojo del rubio avellana, ambos se despidieron con las llaves del cuarto ahora en su poder, y una buena recomendación de restorán.

Ambos entraron al cuarto, y se acomodaron cada quien en su propia cama, dejando las cosas encima.

Dan sacó su arma semiautomática Colt M1911 y la recargó con habilidad prácticamente sin mirar

—... Hola lindura... ¿Me extrañaste?.- Dan ronroneó mirándola y manipulandola con maestría

Theo lo miró con el ceño fruncido

—¿Debería dejarte a solas con tus armas?.-

—No te pongas celoso, bebito fiu fiu.-

Theo rodó los ojos y se dirigió al baño murmurando algo como "que idiota" en voz baja.

Dan siguió sonriendo mientras terminaba de acomodar unas cosas. Luego su sonrisa mermó por completo y recargó su arma con el tope de capacidad en balas.

Parpadeó lentamente, mirando discretamente justo el área de la ventana y tras guardar el arma en la parte de atrás de su cinturón un cuchillo de caza en su bota, volvió a sonreír, está vez con una intención oculta.

—Saldré por un rato.- le habló en tono moderado a Theo aún en el baño, sin despegar los ojos de la ventana

Y sin esperar respuesta, salió del cuarto, cerrando bien la puerta tras de sí.

Caminó despreocupadamente, cómo si no sintiera los ojos fijos de un par de extraños sobre él

Cruzó la calle, para adentrarse en una taberna de mala muerte, que estaba justo en frente y que parecía la perfecta guarida de pandilleros y camioneros de paso.

Entró al lugar, de pobre iluminación, mayormente azul y roja, con un par de mesas de pool justo a los lados del salón, mucha presencia hostil masculina, algo de humo de cigarro flotando en el aire, cuyos ojos de inmediato se posaron en él contemplandolo con cautela y recelo.

Dan caminó hacia la barra, cómo si no le importara una real mierda, sentándose en el taburete giratorio, y le pidió a la rubia cantinera que le sirviera un Whiskey, cosa que hizo de inmediato pese a su evidente expresión de burla y simpatía, por la pobre alma de cara bonita que había decidido venir al lugar.

Los dos sujetos que lo habían estado mirando fuera del motel, con ojos color sangre, finalmente entraron en el lugar y Dan les sonrió alzando el vaso de vidrio hacia los sujetos, con una sonrisa, para luego beberlo de una sentada, y dejarlo de lado.

Movió la cabeza de un lado a otro, tronando un poco sus huesos al hacerlo.

—A Bailar...-

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Theo salió del baño con una toalla sobre sus hombros y el cabello húmedo

—El agua está un poco fria para mí gusto, pero debo admitir que la presión del agua en este sitio, es maravillosa...- comentó despreocupado

𝐑𝐞𝐛𝐞𝐥 𝐒𝐩𝐢𝐫𝐢𝐭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora