Phantomhive

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UNDERTAKER

Era una hermosa noche de cacería, si es que se podría llamar de esta forma, había tardado tanto en cuidar a su pequeño joven amo, la mitad de un par, el pobre conde solo era una víctima de las circunstancias humanas por suerte había logrado salvar su cuerpo antes de que aquel demonio destruyera el lugar, su pobre conde, por poco no la volvía a contar. 

Bueno ... no podría volverla a contar. 

Estaba muerto después de todo. 

Había hecho varios experimentos con tal de revivir a aquella pieza que le recordaba tanto a su pequeño y querido Vincent, el cual a su vez le recordaba a cada Phantomhive que había conocido desde que había desertado. 

Ser un dios de la muerte era complicado más cuando no tenían permitido extender la vida más allá de lo que deberían ¿por qué era tan cruel el ciclo natural de las cosas? 

Avanzar en su investigación era lo que necesitaba para sobrevivir, para poder reírse de una cosa a la que los humanos llamaban destino inevitable, a quien había servido tanto tiempo. 

La muerte. 

Camino por los pasillos de aquella mansión que bueno a su vez era un teatro, no esperaba que el conde Phantomhive, el impostor, se hubiera colado en su sistema de extracción de sangre, pero al menos había averiguado algo muy interesante, que su tipo de sangre era compatible con la de su hermano por lo tanto pronto podría reclamar su puesto en ese lugar. 

Si es que eso era lo que quería el verdadero conde Phantomhive después de todo solo quería que los Phantomhive vivieran más. 

Tal vez y solo tal vez.

Ciel podría vivir después de morir. 

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